DIOS AMPARE AL PERÚ
(Piura, 17 agosto 2019)
Luis Gulman Checa
Solo el Altísimo, enviándonos a sus Huestes
Celestiales, podría impedir que el Perú explote cual pompa de jabón quedando el
territorio, figurativamente, tal y como si hubiera sido arrasado por una bomba
de potencia tal, que, las que cayeron sobre ciudades japonesas, parecerían
fuegos artificiales.
¿Exagerado? Probablemente sí, pero vale la
pena exagerar para que los escépticos/indiferentes abran ojos y oídos tomando
consciencia de la gravísima crisis que afrontamos, por cuanto, quienes debieran
gobernarnos, vergonzosa y puniblemente, priorizando apetitos e intereses
personales, tiraron la toalla dejándoles el campo libre a los bestias y
traidores para convertir el ¿antiguo? territorio patrio en tierra de nadie, tal
y como ya está sucediendo a lo largo y ancho del país.
Para aquilatar en su real dimensión la incalificable
y evidente traición perpetrada por nuestros ¿gobernantes?, basta y
sobra con analizar, desapasionadamente, su incuria y dejadez ante la criminal
asonada desatada contra la mina Las Bambas por un grupo de pobladores
(¿manipulables cual marionetas por pícaros y sinvergüenzas?) dejándonos a ojos
del mundo como país del quinto mundo, donde el orden y la ley pasaron a la
historia.
Planteo una reflexión/comparación para tomar
consciencia de la terrible inacción gubernamental en el referido episodio:
¿Qué calificativo
merecería el personal de guardia en la emergencia de un hospital si, ante la
súbita aparición de una persona sangrando por las varias heridas ocasionadas
por un cuchillo, en vez de atenderlo de inmediato, lo dejaran tirado y
desangrándose con el pretexto que, previamente, debían dialogar respecto a la atención requerida?
Actitud tan incalificable como la descrita
fue la del gobierno al no poner coto, en el término de la distancia y
recurriendo a la fuerza y energía necesarias, a tan violenta y criminal
asonada.
No era necesario emular a Mandrake para saber
que, ante la impunidad de tales energúmenos, el ejemplo cundiría por doquier como
realmente viene sucediendo: 1) Tía María (Arequipa); 2) Quellaveco (Moquegua),
3) El Alto (Piura); 4) Continúe usted, con la lista de próximas erupciones,
estimado lector.
Finalmente, considerando que la muerte,
además de ineludible, es consustancial al ser humano, ¿será razonable usar el
pretexto de la defensa de la vida para, poniendo en riesgo la de miles de
inocentes, no actuar contra estos malditos vándalos?