INSEGURIDAD E IRRESPONSABILIDAD CIUDADANA

(Piura, 24 agosto 2019)

Luis Gulman Checa

Las dos últimas ediciones de “El Tiempo” aparecieron con pormenorizados informes referidos a la grave crisis financiera que afecta a la Policía Nacional del Perú, demostrada tanto por  el alto porcentaje de vehículos fuera de servicio, por obvia falta de mantenimiento, como por la carencia de equipamiento de los policías y comisarías, como, por ejemplo, radios portátiles, fundamentales para coordinar acciones ante emergencias.

Sin embargo, la situación descrita debe traernos a la mente la antigua disyuntiva implícita en el siguiente dicho: “qué apareció primero, ¿el huevo o la gallina?”, al ser inadmisible/inaceptable que, ante tan aciaga realidad, la ciudadanía, en este caso representada por empresarios y/o entidades solventes, primeros interesados en la prevalencia del orden y seguridad, no metan la mano al bolsillo para solucionar tan álgido problema.

¿Por qué lo del huevo y la gallina? Por cuanto habría que dilucidar a quién achacarle la responsabilidad por la absurda e irracional situación que venimos afrontando: a los jerarcas de la PNP que no tocan las puertas debidas o a los líderes empresariales (Cámara de Comercio) que no se acercan ofreciendo su colaboración.

Tiempo atrás me referí al mismo tema proponiendo que cada vehículo de la PNP debería ser adoptado por alguien, lo que implicaría  asumir el 100% del costo de su mantenimiento durante todo el tiempo de su vida útil. Así, se concretaría un perfecto maridaje entre el Estado y los ciudadanos para lograr un objetivo anhelado por la inmensa mayoría: LA SEGURIDAD. Pues, mientras el primero pondría de su parte adquiriendo los bienes, los ciudadanos, en beneficio propio, asumirían el gasto menor y diluido en el tiempo de mantenerlos en perfectas condiciones.

Para las voces, que no faltarán, exigiendo que el Estado es el que debe asumir estos costos, les diré que sí,  es verdad, pero, asimismo, también tiene que proporcionar educación de calidad y gratuita a todos los peruanos en edad escolar;  pagar pensiones dignas y suficientes a los jubilados;  garantizar la preservación y mantenimiento de la salud para todos los ciudadanos;  dotar de agua potable a todos los peruanos; volver a construir formidables obras de infraestructura para el riego, como las de la Colonización San Lorenzo, destruidas por irracional falta de mantenimiento; etc., pero, como millones de ciudadanos lo padecen cada día, no está en condiciones de cumplir con su deber, principalmente, por la proliferación de   bestias y/o quintacolumnistas vendidos a un país extranjero moviéndose cual sabandijas para evitar que ese mismo Estado, con tremendas responsabilidades sobré sus hombros, obtenga los recursos necesarios para ello. ¿Cómo así?


Oponiéndose, soliviantando a personas desinformadas y manipulables, a la explotación de los ingentes recursos minerales abundantes en nuestro territorio, tal y como se hace no solo en todos los países desarrollados sino hasta en nuestro vecino del sur que viene “comprándonos” de a pocos, en los que conviven, en perfecta armonía, la probadamente contaminante agricultura, con la minería cada vez más cuidadosa.

Finalmente, estos mismos incalificables, no dicen ni media palabra contra la criminal y contaminante minería informal, la cual, para peor, no paga impuestos.