¿BARRIL SIN FONDO A LA VISTA?
(Piura, 10 octubre 2019)
Luis Gulman Checa
Se me pusieron los pelos de punta cuando
en la pantalla apareció el señor Álvaro Paz de la Barra, presidente de la
Asociación de Municipalidades del Perú, explayándose - feliz y contento al
extremo que, figurativamente, babeaba anticipadamente por el festín a la vista
- respecto a la posibilidad que el Ejecutivo, a través de un Decreto de Urgencia,
levantara la vigencia de las normas en virtud de las cuales, a nivel nacional, actualmente
hay 867 obras municipales paralizadas/estancadas.
Ello ratifica
que los gobiernos locales, en su gran mayoría, han devenido en covachas
de corruptos e ignaros, combinación fatal. ¿Por qué? Por cuanto, si solo fueran
corruptos pero instruidos y competentes, las obras se culminarían sin problemas
aparentes (aunque su calidad intrínseca fuera deficiente) y sus bolsillos
engordarían con dinero público mal habido o, también, serían de muy buena
calidad a costa de presupuestos delincuencialmente incrementados.
Digresión:
Como aporte a Contraloría General de la
República, le sugiero analizar qué entidades fueron las ejecutoras de todas las
obras públicas, especialmente centros educativos, ¿destruidas? por el “brutal”
Niño Costero del 2017
Contra lo que el vulgo pueda creer, el
procedimiento vigente para ejecutar obras públicas, es un dechado de
perfección:
·
Se
decide cuál es la obra que debe construirse;
·
Se
le encarga su ejecución a la entidad estatal idónea;
·
Se
convoca Concurso Público para elaborar
el Expediente Técnico de acuerdo a los lineamientos que la priorizaron;
·
Se
convoca, simultáneamente, Licitación y Concurso Públicos para seleccionar al
constructor y supervisor, respectivamente.
·
Se
suscribe contrato con ambos y la obra, si todos los pasos anteriores fueron
conducidos por personas honestas y competentes, se llevará a cabo sin
problemas ni inconvenientes.
De lo expresado, con puntos y comas, queda
claro hasta para un ciego, que las obras en problemas tuvieron su
origen en la proliferación, evidentemente cada vez mayor, de ladrones e ignaros
en el aparato público. En el caso presente, en los gobiernos municipales.
Un consejo hasta de
un conejo:
Señor presidente:
incurriría en incalificable populismo si les permitiera rapiñar las arcas a los gobiernos locales.