JUAN LUIS: ¿SE TE AFLOJÓ UN TORNILLO?

(Piura, 05 octubre 2019)

Luis Gulman Checa

Felizmente estaba recostado cuando leía “El Semáforo”, en la edición de “El Tiempo” del día de ayer y vi la siguiente declaración, correctamente pintada de rojo,  de Juan Luis Cipriani, Cardenal del Perú:

Pide la renuncia del presidente Vizcarra, por cuanto, en el Perú, “se vive un golpe de Estado, persecución y maltrato”.

Preciso que el titular no implica falta de respeto a la actual alta investidura eclesiástica del referido, por cuanto me estoy dirigiendo al joven Juan Luis, cuando por su cabeza no asomaba sotana alguna y era deportista múltiple y estudiante universitario e integrábamos el mismo equipo de fútbol en la Liga de San Isidro, Lima.

A pesar que es algo menor que el suscrito, es lamentable pero parecería  que Juan Luis ya fue  víctima de alguno de los males que afectan o deterioran la capacidad cerebral (memoria, razonamiento, entendimiento), la cual, con el transcurrir del tiempo,  va disminuyendo en  algunas personas. ¿Por qué?

Por ser inaudito e inconcebible que, una persona con su mente en perfecto estado, ose criticar la situación política vigente en el Perú, estrictamente ajustada a la Constitución, cuando, años atrás, anduvo, cual mascota faldera, tras el auténtico y reconocido mundialmente como GOLPÍSTA, Alberto Fujimori.

Coherencia:

RAE: Cualidad de las persona coherente o que actúa en consecuencia con sus ideas o con lo que expresa.

¿Habrá quien ose negar la estratosférica incoherencia de Juan Luis?

Lo he dicho y lo reitero: El Golpe de Estado del 05 de abril del año 1992 fue sumamente beneficioso para el país porque cambió, abrupta y rápidamente, el rumbo en el que lo dejó el gobierno de AGP, directo al abismo y descalabro, devolviéndole la esperanza y posibilidad de progresar. Lo sucedido posteriormente, fue harina de otro costal.

Confío y espero que el reciente cierre, absolutamente constitucional, del impresentable Congreso que ¿inteligentemente? habíamos elegido, sea tan positivo y conveniente como lo fue el GOLPE que Juan Luis defendió hasta el final.