PERÚ: EN ESTADO DE EMERGENCIA

(Piura, 01 octubre 2019)

Luis Gulman Checa

Los lamentables hechos acaecidos el día de ayer en el Congreso de la República, sufridos en vivo y en directo por la ciudadanía; reconfirmaron que el país no puede continuar, ni un día más, amenazado por la espada de Damocles implícita en la irracional guerra declarada por el Legislativo  al Ejecutivo, manejado a su antojo por Keiko Fujimori, a raíz de su derrota ante PPK en las elecciones del 2016.

Considero no solo poco ético sino claramente inmoral, ampararse en triquiñuelas constitucionales para calificar como GOLPISTA al presidente Vizcarra, peor aun cuando ello proviene tanto de conspicuos adoradores del fujimorismo, cuyo guía sí protagonizó un auténtico Golpe de Estado,  y/o de “plumíferos” cuyo permanente “cambio de camiseta” los descalifica.

Rememoremos, retrotrayéndonos al 06 de abril de 1992, y confirmaremos que tal calificativo no tiene sustento por cuanto el día de hoy, 01 de octubre, al día siguiente del ¿GOLPE? de Martín Vizcarra, no se aprecian en el escenario público los siguientes decorados:

·         Tanques de guerra cercando el Congreso de la República;
·         Locales de medios de prensa intervenidos por las FF AA;
·         Presidentes de ambas Cámaras legislativas, confinados en sus domicilios;
·         Periodistas y ciudadanos, arbitraria y abusivamente detenidos y confinados en cárceles clandestinas;
·         Expresidente de la República, huyendo por los techos, de los miembros de las FF AA que acudieron a detenerlo;
·         Siga usted, estimado lector.

En consecuencia, siendo ignaro en la materia pero habiendo leído innumerables opiniones de “constitucionalistas”, tan disímiles como el día y la noche; el sentido común me dice que el presidente  Vizcarra optó por lo más conveniente para el país sin atropellar la Constitución:

Cerrar el Congreso ante la segunda denegatoria de Confianza.

Nadie podría negar que el país atraviesa una Situación de Emergencia, definida como perturbación de la paz o del orden interno de un Estado, ni, tampoco, que el gran responsable de ello es el Congreso justamente repudiado por la misma población que lo eligió ante la revelación que, inocentemente, había colaborado a aupar a delincuentes, ignaros, traidores y mentirosos.





Por si alguien hubiera mantenido alguna duda respecto a si era cierto que el Congreso, coloquialmente, merecía el calificativo de estercolero; la misma tendría que haber desaparecido  ante la burda y vergonzosa maniobra de pretender elegir 06 miembros de 07 del Tribunal Constitucional, Órgano Supremo de Control e Interpretación de la Constitución; entre gallos y medianoche, tal y como si los peruanos fuéramos deficientes mentales para no entender que, con ello, lo único que buscaban era protegerse ante la andanada de revelaciones  próximas a salir a la luz revelando sus incalificables e innumerables tropelías.

Finalmente, hagamos votos para que la decisión constitucional del presidente Vizcarra sea tan fructífera para el país como lo fue el auténtico Golpe de Estado propinado por AFF el 05 abril de 1992, a consecuencia del cual el Perú abandonó la ruta directa al infierno en la que  lo había enrumbado  AGP (Q.E.P.D.), para encaminarlo a la senda  del progreso y desarrollo, aunque, fatalmente, el final  no fue feliz.