LOS SUELDOS DEL MAGISTERIO
(Piura, 09 octubre 2019)
Luis Gulman Checa
Confieso
la enorme sorpresa que me embargó leer en un medio de comunicación que
los maestros, laborando para el Estado, percibirán una remuneración mensual
ascendente a S/ 2,400.00 a partir de fines del año 2020, es decir, dentro de 15
meses; despertándoseme la curiosidad respecto al sueldo actual sin poder
averiguarlo porque la información no lo consignaba.
Fatalmente, tan miserable sueldo es una prueba más de que en el Perú impera la
irracionalidad, pues, estando reconocido mundialmente y sin margen de duda que
la educación es la base fundamental e
indispensable que sustenta el DESARROLLO
de las naciones, el sentido común, se supone el más elemental de todos,
indica que los maestros tienen que ser capacitados y muy bien
remunerados, tal y como sucede
en los países auténticos.
Digresión:
Cuando el suscrito era escolar, felizmente
antes
de Velasco Alvarado, la situación era radicalmente diferente desde que,
por ejemplo, no solo no recuerdo ninguna huelga
de maestros/profesores sino que, los alumnos del Colegio San Miguel,
actual Unidad Escolar, tuvimos el privilegio de disfrutar clases impartidas por
reconocidos profesionales, los cuales, sin la menor duda, ejercían la docencia como
un servicio a la comunidad sin importarles el sueldo. Pondré un ejemplo
concreto como demostración de lo afirmado: el Dr. Daniel Vidarte, médico
ginecólogo que ayudó a venir al mundo a decenas de miles de piuranos,
puntualmente, cada día, a las 08.00 am, entraba al salón de turno,
elegantemente vestido con terno y corbata, para dictar el curso de Anatomía con
una claridad insuperable. Así, por ejemplo, siendo unas criaturas que aún no
habíamos sacado los pies del plato, conocíamos al detalle el ciclo
reproductivo de la mujer, es decir, cuándo
se podía sin “peligro”.
Pongo a vuestra consideración, estimado
lector, una situación actual y real para que usted compruebe la irracionalidad
imperante:
Mientras los miembros
de los Consejos Directivos de los Proyectos Chira Piura y Alto Piura, que
sesionan dos veces al mes por un par de horas y solo para perder el tiempo,
como lo confirman los hechos, cada uno de los 12 que los conforman cobra, mensualmente, una U.I.T. = S/ 4,200.00; mientras los
maestros del Estado trabajando varias horas diarias, perciben menos de S/. 2,400.00.
Tal situación, ¿la
considera justa y racional?
La situación - equiparable a la disquisición
referida a determinar quién antecedió a quién, si el huevo o la gallina -,
desde tiempo atrás, viene amparándose en
la baja o mala calidad de los docentes como justificación de las pobres
remuneraciones. Sin embargo, tal no es más que un vil círculo vicioso, por
cuanto, de ser cierto el bajo nivel del profesorado, deberíamos preguntarnos lo
siguiente:
¿Cómo diablos va a
mejorar la calidad pedagógica si los sueldos continúan siendo de hambre ahuyentando
a los capaces e idóneos?