LA DEMOCRACIA EN LA PICOTA
(Piura, 07 enero 2021)
Luis Gulman Checa
El escalofriante espectáculo escenificado en el
Capitolio, Washington, además de traernos a la mente las destructoras huestes
de Atila (el original, no el nuestro), fue la confirmación de una sospecha que flotaba en el ambiente desde
tiempo atrás: Un veneno, ojalá no terminal, ha infectado la DEMOCRACIA.
Que en un país ejemplo de auténtica democracia
se haya producido una acción tan salvaje y vandálica como las ocurridas en países
del quinto mundo como los cierres de
carreteras por hordas de reales bestias con apariencia humana, tiene que
generar preocupación en el mundo entero, pues, si la misma quedara descartada,
¿qué reglas normarían la convivencia humana?
Siendo que la democracia proclama la soberanía
del pueblo para elegir y controlar a sus gobernantes a través de mecanismos
establecidos y obviamente legales, no tiene ninguna justificación que hechos
como los descritos sucedan en países democráticos, habiendo sido usuales donde
el pueblo estaba sometido por la fuerza y carecía de derechos, como las
matanzas en China o en el territorio
cercado por la “Cortina de Hierro”.
El reciente y nefasto hecho comentado deviene
en el culmen de los acciones al margen de la democracia, pues, cada revuelta
producida en países DEMOCRÁTICOS es prueba innegable que los responsables se
zurran el sus principios. Así, entonces, siendo tales vandálicos reclamantes
una ínfima minoría, preguntémonos cómo debe reaccionar y/o qué medidas adoptar
la autoridad competente elegida democráticamente:
¿Tratarlos cariñosamente
haciéndolos reflexionar para que retornen al redil con el rabo entre las
piernas o reprimirlos en el término de la distancia?
No olvidemos que, a diferencia de Corea del
Norte, Cuba o últimamente Venezuela, en los países democráticos las
autoridades/gobernantes son elegidos libre y voluntariamente por la mayoría de
la población, ergo es intolerable que grupúsculos incalificables se zurren en
el orden establecido tratando de generar caos y desgobierno atentando contra la
vida y bienestar de la gran mayoría de la población.
Sin embargo, una duda me corroe:
¿Se desatará en el país
del norte, así como ha sucedido en el nuestro, una feroz cacería contra los
miembros de las fuerzas del orden que repelieron la asonada por los 04 occisos?