CHILE: ¡AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR!

(Piura, 26 enero del 2017)

Luis Gulman Checa

Siempre tengo presentes las declaraciones de un ministro chileno de visita en Lima algunos años atrás quien, m/m, dijo lo siguiente:

“En Chile no hay corrupción. Es imposible que la haya.”

Por supuesto que le creí y no estaba errado, pues, viendo el mapa actual de la corrupción en América del Sur - descontando Uruguay que es un país de otro planeta -, Chile es el único que no sucumbió ante el embate de las empresas contratistas brasileñas, confirmándose así la declaración referida.

Sería interesante que los estudiosos y académicos explicaran porqué sucede fenómeno tan inusual en Chile, tal y como si no hubiera sido una colonia española más. Sin embargo, todo indica que Pedro de Valdivia, el real conquistador de Chile luego del fracaso de Diego de Almagro, fue un personaje extraordinario que sentó las bases de la honestidad imperante hasta hoy.

Otra explicación podría estar en la composición  de la masa europea que pobló el país, la que, probablemente, contó con gran porcentaje de alemanes y otros países europeos que llegaron masivamente.

Digresión:

Cuando leo comentarios referidos a Augusto Pinochet tildándolo de tirano y corrupto - por una cuenta de m/m 05 millones de dólares  hallada en Nueva York -, siento vergüenza ajena. ¿Suma tan insignificante luego de 20 años ejerciendo el poder y refundando Chile al que salvó, con las justas, de irse al hoyo como Cuba  y la Venezuela actual? ¡NO JODAN! ¿Generales corruptos en cantidad y calidad?
¡Como siempre, los nuestros de la época Fujimori - Montesinos!

Es conveniente echar una mirada retrospectiva a nuestra historia para que, poniendo los pies en el suelo, tomemos consciencia de que la corrupción es un mal congénito entre nosotros, por lo que, de no aprovechar la oportunidad que nos ha puesto en bandeja la investigación Lava Jato para cortarle la  cabeza a todos los corruptos, de capitán a paje; jamás saldremos de esta situación vergonzosa e hiriente de ser un país del quinto mundo a pesar de contar con todas las condiciones para integrarnos al primero, donde debiéramos estar de no ser por el señalado mal que padecemos.

Ya que estamos con Chile, tengamos presente que, desde la Guerra del Pacífico del siglo antepasado, quedó claro y patente que el Perú estaba corrompido hasta el tuétano.
 Entonces:

¿Queremos seguir así o liquidamos a los corruptos y a la corrupción para que el futuro nos sonría?