EL CLIMA
(Piura, 28 enero del 2017)
Luis Gulman Checa
No es mi deseo incordiar ni fastidiar, pero
debo insistir en que el presente año continúa anunciándose como seco, en
contraposición a los recientes anuncios de los funcionarios del SENAMHI sobre
la presencia de lluvias, de moderadas a
fuertes, los próximos meses de febrero y marzo.
Ruego a Dios que los funcionarios aludidos
tengan razón para que Piura no sufra el feroz golpe sobre su economía que
implicaría una sequía de verdad. Sin embargo, peores serían las consecuencias
si las campañas agrícolas se programaran en base a tales vaticinios y la realidad los desmintiera.
No se trata de meter el dedo en la llaga, pero
no podemos ser tan irresponsables de olvidar que, un año atrás, nos
dijeron que el cielo se vendría abajo y se equivocaron por completo.
¿Vamos a ser tan
desaprensivos de planificar las campañas
en base a los anuncios de estos señores, es decir, como si el agua fuera a sobrar?
Respecto al clima hay infinidad de “Normas
y Reglas” de diferente índole, incluida la previsión de los Chilalos
que el pasado año funcionó a cabalidad. Sin embargo hay otra que, S. E. u O., hasta la fecha no ha fallado:
¡Los períodos
fuertemente lluviosos son alternantes entre el norte y el sur!
Ello se traduce así:
Cuando el cielo se
viene abajo en el norte hay sequía en el sur y viceversa.
Por ejemplo, en 1983, cuando se abatió sobre
nosotros tan mortífero FEN, en el sur del país casi murieron de sed. Entonces,
siendo que en el presente año el sur viene siendo fuertemente castigado con
lluvias destructoras que están originando enormes perjuicios (como los sufrimos
nosotros en 1983), el sentido común nos debe hacer pensar que en el norte habrá sequía.
También es verdad que las “Reglas” tienen
excepciones, como sucedió, por ejemplo, el año de 1972, bisiesto que tendría
que haber sido seco - como el año 1968 -
y resultó presentándose El Niño con el Barrio Sur de Piura inundado. Sin
embargo, debemos pensar que, para el presente año, la “Regla” de la alternancia
sigue viva y coleando.
Otro indicador a considerar son los
minúsculos caudales que vienen ingresando al reservorio de Poechos.
Naturalmente ello es rebatible con una frase simple:
Llueve una semana en
el Ecuador y el reservorio de llena en un dos por tres.
Pero, ¿y si fuera el caso que no llegara a
llover, como sucedió antaño tantas veces?
Recomendación:
Sería deseable que la
dirección de Operación y Mantenimiento del PECHP comparara, tanto los aportes al reservorio como las condiciones climáticas en general,
entre los años pasados que fueron tremendamente secos con el actual, determinando si hay similitudes. Si así fuera,
la entidad, responsable y concienzudamente, debería hacer oír su voz para que
los piuranos sepamos qué podría depararnos el futuro inmediato.