EL DECANO ANDA PERDIDO EN EL ESPACIO
(Piura, 17 enero del 2017)
Luis Gulman Checa
El epígrafe no hace referencia al diario sino
al flamante decano del Colegio de Arquitectos de Piura, Pablo Zegarra, quien, en entrevista concedida
a “El Tiempo” y publicada el día de ayer, expresó lo siguiente:
“LA SEGURIDAD ES
RESPONSABILIDAD DE LA MUNICIPALIDAD”
Hay que incrementar los PAR (Puestos de Auxilio Rápido) y
darles una dinámica diferente a la que han tenido hasta ahora. Involucrar más a
los ciudadanos. Hago un llamado al gobernador regional, Reynaldo Hilbck, ya que
nos puso un alcalde, Óscar Miranda, que lo ayude… que implemente al Serenazgo
con más motos y una mejor infraestructura que les permita un mejor servicio de
seguridad.
Lo trascrito nos proporciona bastante tela
para cortar, tanto por el desconocimiento del declarante como por la inquina subyacente contra el
alcalde.
·
La
seguridad no es responsabilidad de la municipalidad sino del Ministerio del
Interior. Recordemos que el ministro actual, luego del reciente atraco a plena
luz del día en San Borja, Lima, declaró que si su plan para desterrar la
inseguridad no resulta, renunciará.
·
El
dichoso Serenazgo no es chicha ni limonada, menos aún está en condiciones de
enfrentar/reducir hampones decididos a todo y armados hasta los dientes. Es un
engendro que no debiera existir, sin embargo, ya que lo crearon con el obvio fin
de pagar favores con dinero público, sus miembros bien podrían ambular ayudando
a viejitos
auténticos a cruzar por las esquinas o a trepar/bajar de los
automóviles.
·
Revela
muy mala
leche contra el alcalde afirmar que nos fue impuesto por el gobernador,
quien, a lo mucho, habrá aportado su voto a dicha elección. Tanta inquina
podría hacernos pensar que está resentido/dolido al no haber asumido como
asesor, situación que sí disfrutó su antecesor en el período da la señora Ruby.
·
En
el colmo del desatino, no solo públicamente aconseja al gobernador que malverse
recursos públicos adquiriendo motocicletas para el Serenazgo, sino que le pide
que lo ayude, tal y como si él yaciera sobre un lecho de pétalos de rosas ante
la magnífica situación regional.
¡DIOS NOS AMPARE!