INVOCACIÓN A LAS CONSTRUCTORAS BRASILERAS

(Piura, 12 enero del 2017)

Luis Gulman Checa

El suscrito es un ciudadano piurano y peruano que tuvo la oportunidad de desempeñar altos cargos públicos en entidades locales en el curso de varios gobiernos, por lo que conoce por dentro al monstruoso sector público. Para mayor precisión, en octubre del 2004, publiqué un artículo en el diario piurano “El Tiempo” titulado: “Concesión de Olmos. ¿Al Estilo Mafioso?”, el cual, como sucedió en las varias décadas de vuestras actividades en el Perú, cuando nadie se  percató de lo que venía sucediendo, no tuvo acogida.

Por lo expuesto, considero injusto el tratamiento que vienen recibiendo en el Perú por cuanto es obvio que  no obligaron a nadie, poniéndole una pistola en la sien, a dejar de lado los intereses de la patria que, supuestamente, debían preservar y defender desde los cargos ejercidos, a cambio de vuestro dinero para colmar sus sucios bolsillos.

Recordando que vuestra aparición en el Perú se concretó durante el gobierno de Alan García, 1985 - 1990, desastroso y corrupto hasta el tuétano, es injusto achacarles toda la culpa de lo sucedido, cuando, muy probablemente, los corruptores bien podrían haber sido los funcionarios a quienes tuvieron que pagar para posibilitar la suscripción de los contratos.

Tampoco me mal interpreten creyendo que estoy santificándolos, por cuanto no dudo que de ángeles y santos no tienen ni un pelo, simplemente, poniendo las cosas en su lugar, reafirmo que no son los únicos culpables de las varias estafas y latrocinios perpetrados contra mi país.

Por lo expuesto, les ruego, imploro y suplico, habida cuenta que ustedes no solo fueron puestos en evidencia sino que reconocieron sus culpas y están cumpliendo carcelería, háganle un inmenso servicio al Perú y a los millones de peruanos perjudicados por las confabulaciones de las que formaron parte, señalando, con pelos y señales, como también nombres y apellidos y, por último precisando los cargos que ocupaban, a todos los que recibieron vuestro dinero.

Cuando decidan hacer públicos los listados solicitados, no olviden consignar a la gran cantidad de hombres de prensa que, sin la menor duda, tienen que haber tenido en vuestras planillas para  manipular a la opinión pública maquillando, mal informando y/o desviando su atención para mantener bajo la alfombra las innumerables y perniciosas acciones corruptas.




Apelando a nuestra fe, recuerden que todos pueden ser perdonados siempre y cuando confiesen sus pecados y hagan un firme y serio propósito de enmienda, lo que, en vuestro caso, significa que están obligados a hacernos conocer a todos los corruptos para que, por fin, abramos los ojos, nos espabilemos y podamos emprender el camino que nos lleve a un futuro mejor, principal y especialmente, para los peruanos más necesitados.

¡Dios los recompensará cuando atiendan este ruego!