PIURA: SIN ORDEN NI LEY

(Piura, 27 enero del 2017)

Luis Gulman Checa

En la edición de “El Tiempo” de la víspera, apareció una entrevista a Doña Indira Fabián Ferrer, directora regional de Producción, quien se expresó lapidariamente respecto a la brutal contaminación de la bahía de Sechura.

“En el país nadie cumple las normas, todos hacen lo que les da la gana y el principio de autoridad no existe. No tengo competencias, si las tuviera, ya hubiese intervenido. Me siento atada de manos, frustrada, no puedo hacer nada más allá del ruido político que puedo lograr. La próxima protesta me voy a poner al frente, qué más podemos hacer”.

Tales palabras, brotadas del corazón de la funcionaria, debieran servir para ratificar nuestro convencimiento que  Piura, en todos sus ámbitos y actividades, se ha convertido, figurativamente, en una auténtica CASA DE PUTAS, lo que, personalmente, achaco a la incompetencia/corrupción de los funcionarios que debieran mantener el aparato público funcionando cual reloj suizo.

Por ello, a partir de tal manifestación, tengo una inquietud:

¿No estará confundida y/o mal informada la funcionaria al expresar NO TENGO COMPETENCIAS?

Hasta donde tengo conocimiento, lo que sobra en el Perú son normas y dispositivos, siéndome difícil aceptar que,  el sector bajo mando de Doña Indira, sea la excepción a la regla.

Si lo expuesto líneas arriba estuviera ajustado a la verdad, probablemente el mensaje que Doña Indira quiso enviarnos, fue el  siguiente:

Desde mi nivel no puedo hacer nada, por cuanto, las instancias superiores de gobierno están podridas/corrompidas hasta el tuétano y me mantienen atada de manos.

Si tal fuera lo que en verdad quiso decirnos Doña Indira, con todo respeto me permitiré darle un consejo en atención a su demostración de ser una persona de bien y positiva para el desarrollo del país:


No espere la próxima protesta para ponerse al frente. Renuncie a su cargo, con castillos y fuegos artificiales,  detallando, con pelos y señales y nombres y apellidos, a todos los pícaros, sinvergüenzas y corruptos vendidos a los contaminadores que no le permiten hacer el trabajo digno y honrado que usted anhela.