¿PIERDEN POR SEQUÍA O POR TORPES Y ANGURRIENTOS?
(Piura, 11 enero del 2017)
Luis Gulman Checa
La edición de “El Tiempo” de la fecha,
fatalmente, sigue la errada postura adoptada por “Correo”, desaprovechando la coyuntura climática para
hacer pedagogía entre los agricultores enseñándoles a valorar, en su justa
medida, el AGUA REGULADA para el riego.
El sector agrario
pierde S/. 200 millones por la falta de agua.
Productores de mango
pierden más de S/. 120 millones por falta de lluvias.
Director regional de Agricultura, Mario Laberry, revela
que agricultores vendieron la caja a 5 soles.
Otros cultivos afectados son el banano orgánico, limón y
arroz. Pérdidas serían de 200 millones.
Estimado lector, recurriendo al simple y
elemental sentido común, preguntémonos cómo pudo ser que en un año entre normal
y húmedo, como el 2016, que proveyó agua no solo para regar normalmente sino
también para colmar los reservorios, a partir del mes de octubre empezaron quejas
y lloriqueos al acabarse el agua regulada. La respuesta:
Por cuanto la
Autoridad responsable de manejar/administrar el Agua Regulada (personalmente no
tengo idea dónde está ni quién será), incumplió su deber y, de acuerdo a la
tónica que ha convertido a Piura, virtualmente, en una auténtica CASA DE PUTAS,
los agricultores, cual salvajes y descerebrados, no solo plantaron una segunda campaña
de arroz sino que no respetaron las áreas “programadas/autorizadas” dilapidando
el agua regulada en los reservorios.
Cuál debería ser la tónica/modelo de los
titulares e informaciones de los medios, en el caso supuesto que desearan
coadyuvar a educar a la población en aras de encaminar la región hacia el
desarrollo real y sostenido; la siguiente:
El duro golpe que
viene soportando la agricultura piurana, dependiente de los reservorios de San
Lorenzo y Poechos, debe servir de lección para desterrar definitivamente la
malhadada e irracional siembra de arroz en segunda campaña e, inclusive,
durante el primer semestre, hacerlo únicamente en las áreas atendidas con aguas
de avenida que se perderían en el mar, tal y como siempre sucedió.
El agua regulada,
además de la impostergable necesidad de aplicarle la justa tarifa que requiere,
debe destinarse a atender cultivos de alto valor y manejo moderno y tecnificado.
Así, literalmente, le sacaríamos EL JUGO a agua tan valiosa para beneplácito y
bienestar de la ciudadanía departamental, desde capitán a paje.
Una pregunta para los medios y el director
regional de Agricultura:
¿Por qué la tan
cacareada “sequía” no afectó para nada el ubérrimo Alto Piura?
Por cuanto, en la zona, a nadie se le pasó
por la mente plantar arroz en segunda campaña y sus reservorios (subterráneos)
siguen abasteciendo normalmente los cultivos instalados