TATUAJES

(Piura, 30 junio 2017)

Luis Gulman Checa

¿Quién habrá sido el creador/impulsor  de la  moda de marcarse la piel con horribles/asquerosos dibujos, rayas y frases cual animal salvaje?

Obviamente me refiero a los tatuajes, los que, para el suscrito, deben atraer a  personas con graves anormalidades de educación/crianza y/o familiares, al considerar inadmisible que un ser normal auto destruya su apariencia usando su cuerpo como pizarra, con la diferencia que los trazos dispuestos en ésta no son definitivos, mientras los tatuajes los marcarán hasta la tumba.

Desde tiempo atrás venía analizando este fenómeno que, desgraciada y fatalmente, ha echado profundas raíces entre los futbolistas, al extremo que parecería convertido en condición sine qua non para practicarlo. Así, por ejemplo, comparaba a Claudio Pizarro (libre de marcas salvo que tenga alguna en sus partes pudendas) con Paolo Guerrero quien, sinceramente, muestra un aspecto horripilante y/o asqueroso, tanto por los tatuajes como por el pelo.

Mirando a Chile, actualmente de moda y en la cresta de la ola, encontramos igual situación comparando a Alexis Sánchez con Arturo Vidal. Así, mientras el primero tiene una apariencia absolutamente normal, incluido el corte del cabello, el otro, Vidal, parece una horrorosa caricatura, incluido el cabello, con tatuajes  hasta en las orejas.

Evidentemente, este tema debería ser tratado por especialistas auténticos,  sicólogos y/o sociólogos, al ser inaceptable que las personas, voluntariamente, auto destruyan sus cuerpos, además, obviamente, de los riesgos que  corren por hacerse herir voluntariamente. Así, sería conveniente  estudiaran las raíces/orígenes de los cuatro mencionados para determinar las verdaderas causas de conductas tan contradictorias con el objeto de emprender una seria campaña informativa/disuasiva contra  práctica tan irracional.

Me motivó tocar el tema cuando vi el partido de fútbol de ayer entre Alemania y México (cuyo resultado no reflejó lo sucedido en el campo, pues los 90 minutos debieron concluir 2 a 2), apreciando que ni uno solo de los  jugadores alemanes mostraba señal alguna de auto destrucción del organismo, ergo, nadie mostraba tatuaje alguno ni, menos aún, cortes de cabello horrorosos e impropios de personas medianamente normales.

Entonces, me pregunto:

¿Tenía razón Adolfo Hitler, respecto a que los alemanes constituyen una raza superior?