EXCARCELAMIENTOS: ¿CORTINAS DE HUMO?
(Piura, 19 abril 2018)
Luis Gulman Checa
Debe llamar nuestra atención el tremendo
despliegue mediático generado por la excarcelación de dos personas que fueron
condenadas por terrorismo y cumplieron, en demasía, las penas que les fueron
impuestas, habiendo logrado una media libertad: Detención Domiciliaria.
Si según nuestra Constitución, todos los
peruanos somos iguales ante la ley, ¿cuál es la razón para que mientras la
mayoría de quienes cumplieron la carcelería impuesta enrumben tranquilos a su
casa luego de cumplida la pena; otros, como los susodichos, generen oleadas de
protestas, incluidos personajes que, se
supone, son civilizados y doctos?
Analicemos las expresiones del ministro de
Justicia y Culto, Salvador Heresi,
respecto a la liberación de Osmán Morote y Margot Liendo:
El Poder Judicial
debe una explicación al país, deberá asumir la responsabilidad social de sus
decisiones.
También se pronunció así:
Siento impotencia y
rabia al ver festejar una victoria judicial a los asesinos de Tarata.
Así, el mismísimo ministro de Justicia,
levanta su voz protestando porque el
Poder Judicial no ha prevaricado, es decir, lo denuncia por aplicar justa y precisamente la ley. Roguemos a Dios
para que el resto de integrantes del flamante gabinete, no tengan nada en
común con tremendo energúmeno/ignaro.
Consideremos que ambas personas cumplieron el
pasado 2013 la pena que se les impuso de
25 años de carcelería y venían soportando más de 50 meses (más de 4 años) de
prisión preventiva por el Caso Perseo (Movadef), además de una orden de arresto
domiciliario por el Caso Tarata. Entonces, como las detenciones preventivas no
son eternas, el P.J. no tuvo otro camino que enviarlos a sus domicilios.
Ahora, por si alguien creyera que el suscrito
es pro senderista y/o miembro solapado del Movadef, estaría absolutamente
errado. Lo que me repugna es el doble discurso:
¿Cómo diablos nos
escandalizamos cuando se propone reimplantar la pena de muerte y,
paralelamente, lloriqueamos, como lo vienen
haciendo ahora una serie de hipócritas, porque condenados que debieron
ir directo al paredón son puestos en libertad?
Finalmente, estimado lector, quién debe ser
fusilado primero:
Un terrorista, que se
juega la vida a pecho descubierto, o un maldito que roba, solapadamente,
recursos del Vaso de Leche