LEYES AD HOC

(Piura, 17 abril 2018)

Luis Gulman Checa

¿Quién, en su sano juicio, negaría que en nuestro maltratado/vapuleado/rapiñado país tenemos leyes sin ton ni son que, en vez de coadyuvar al desarrollo, no solo lo entrampan sino que son propicias/oportunas para que las ratas públicas rapiñen?

Me motiva la información referida al  anunció gubernamental de la próxima derogatoria de la Ley de Reconstrucción.

 Me pregunto:

¿Acaso,   luego del auténtico y brutal FEN de 1983, se dictó alguna ley ad hoc como sí se hizo el mediocre 2017?

El asunto se agrava si recordamos que en aquel año aún no se había instaurado la REGIONALIZACIÓN, proceso, supuestamente,  encaminado a que los departamentos se autogobernaran desde que son los mismos pobladores de cada uno los que eligen a las autoridades competentes, en este caso, a los presidentes regionales cuya partida de nacimiento fue rectificada pasando a denominarse gobernadores.

A simple vista, la ley con sentencia de muerte, permitió el formidable/brutal/descarado robo - alegando la urgentísima necesidad de evitar nuevas inundaciones - implícito en la DESCOLMATACIÓN  de cauces de ríos generando un vergonzoso despliegue de maquinaria pesada dispuesta por el GOBIERNO CENTRAL, zurrándose tanto en la cabeza de las ¿autoridades? regionales como de los entes, supuestamente, entendidos y expertos: el honorable Colegio de Ingenieros, filial Piura y las universidades locales con la pléyade de expertos  profesionales que tienen en sus filas.

¿Acaso sostengo que el Gob. Reg.  Piura debió asumir la tarea de rehabilitar la infraestructura pública afectada, no por la intensidad de las lluvias, sino por su pésima calidad, en todo sentido?

Por supuesto que sí, al igual que los municipios en sus ámbitos, por cuanto, si se les hubiera dejado de lado porque los “limeños” los consideraron incompetentes y/o corruptos, deberíamos recordar la frase de Víctor Raúl:

¿Quién moraliza a los moralizadores?

Es decir, los “limeños” (entre los que pululan provincianos de origen como cancha hasta a cargo de ministerios), como lo difunden los medios cotidianamente, encabezan el ranking de los más corruptos.

Sin embargo, la enfermedad que mantiene al Perú en cuidados intensivos, la corrupción, no desaparecerá promulgando leyes, por cuanto las mismas, siendo como somos un país del quinto mundo, simple y llanamente no se cumplen y cada cual hace lo que le viene en gana.

Finalmente, la ya citada regionalización sí ha  sido beneficiosa para las provincias en el sentido que la corrupción se ha descentralizado, es decir, ya no se limita a engordar únicamente sucios bolsillos “limeños” sino también locales, como se infiere de la siguiente información aparecida en “El Tiempo”:

La región pierde más de S/. 6 millones por la corrupción en cuatro UGEL

¿QUIÉN PODRÁ SALVARNOS?