E.P.S.
GRAU: DEL CUERO SALEN LAS CORREAS
(Piura, 30 setiembre 2018)
Luis Gulman Checa
El escándalo mediático desatado en Piura a
raíz de informaciones dando cuenta que las tarifas cobradas por la empresa del
epígrafe serían incrementadas, obviamente, propalando voces de protesta de “dirigentes”
y/o representantes de los ¿sufridos? consumidores, especialmente de las clases
menos favorecidas; es una prueba más de que la triste condición que muestra
Piura se debe, única y exclusivamente, a nuestra incuria, irresponsabilidad y,
lo peor, absoluta falta de amor a nuestra tierra.
Antes de entrar en materia recordemos que la
citada empresa (obviando, por ahora, que su administración parecería haber
estado, desde siempre, en manos de
enemigos) mantiene el siguiente récord:
·
Produce
como 100,
·
Factura
como 50 y
·
Cobra
como 25.
¿Alguien, en su sano juicio, creería que una
empresa cualquiera dedicada a producir y vender un bien - por si acaso, eso es lo que hace la E.P.S.
Grau - prosperaría y saldría adelante si sus resultados fueran como los
de nuestra empresa de saneamiento?
Lo siguiente que debiéramos preguntarnos es
por qué, si se produce como 100, solo se cobra y/o entra a las arcas solo como
25. ¿Acaso los chilenos o los saqueadores de las UGEL o, acaso, malignos
marcianos se han confabulado para desgraciarnos destruyendo la empresa para que
muramos tanto de sed como asfixiados por los pestíferos y destrozados desagües?
¡Nada de ello estimado lector! Somos nosotros mismos, los piuranos, nacidos
o recién llegados, quienes, estúpida e irracionalmente, quizá empujados por la maldita corrupción que parecería ser
congénita, robamos (50%) o dejamos de pagar el agua que recibimos en nuestros
domicilios.
Vayamos analizándonos: de haber sido dotados
de un entendimiento medianamente normal,
seríamos conscientes de dos aspectos elementales: 1) El agua es un elemento
fundamental para nuestra vida y 2) Como la que llega a nuestras casas no se
equipara al maná caído del cielo sino a un complejo sistema que no solo costó instalar
sino requiere mantenimiento permanente, .tenemos que pagar por ella, por cuanto, de no hacerlo, la
empresa encargada de producirla y distribuirla colapsaría quedándonos sin agua.
No por infidente sino con el fin de coadyuvar
a la adopción de medidas tendentes a que la empresa cobre el 100% del agua
producida y distribuida, relataré una, triste y penosa, experiencia vivida
cuando, al frente de un gran equipo, recibimos la responsabilidad de conducir
ENO S.A,
Siendo los graves inconvenientes que asolaban a la
empresa los mismos que tienen casi
colapsada a la E.P.S., es decir, el robo de energía y la alta morosidad, nos
pusimos manos a la obra para combatir ambas lacras. Así, estimado lector,
aunque usted no lo crea, ¿sabe que hallamos?
Varias instalaciones
de las Fuerzas Armadas usaban, clandestinamente, nuestra energía sin pagar por
ella.
Obviamente, no solo desaparecieron tales usos
clandestinos (estoy siendo pulcro y delicado con el idioma) sino que la empresa
recuperó el 100% de lo que la ley le permitía, del valor de la energía utilizada
y no cancelada.
¿Tiene arreglo/futuro
la E.P.S. Grau?
Claro que sí, y acorde con la tendencia
imperante actualmente, una institución relevante y fundamental para Piura, como
la Cámara de Comercio, tomando al toro por los cuernos, debería convocar un cónclave de expertos
designados por los colegios profesionales y las incontables universidades, es
decir, la crema y nata del conocimiento y la experiencia, para diseñar no solo un
plan de acción que ataque la raíz del mal sino, también, escoger y nombrar el
equipo de personas - sin duda salidos de las universidades piuranas que tan
formidables funcionarios nos han regalado los últimos tiempos - que asuma la
tarea poniendo en evidencia tanto a los ladrones como a los que, recibiendo el
líquido elemento legalmente, se zurran en su obligación sin pagar las facturas.