HINOSTROZA COLABORADOR: ¿TERREMOTO GRADO 10?

(Piura, 19 octubre 2018)

Luis Gulman Checa


Sería mil veces preferible para la salud del país que César Hinostroza, en vez de continuar huyendo, pasara a ser colaborador eficaz. Así, reconociendo y detallando sus pecados, aunque no en el confesionario, amenguaría en gran medida la culpa que aún carga sobre sus hombros.

Además, todas nuestras altas y dignas autoridades integrantes de los diferentes Poderes del Estado tendrían que estar felices desde que vienen pronunciándose, en todos los idiomas, estar decididas a luchar para erradicar la corrupción hasta que  no quede títere con cabeza.

Sin embargo, salta a la vista que su presencia en Madrid se debe a una serie interminable de “negligencias”, “demoras” y/o “descuidos” achacables a diversos entes públicos, lo cual, a la luz de la podredumbre generalizada que nos agobia, tendría que llevarnos a concluir que abundarían los personajes que deseaban verlo lo más lejos posible.

El actual prófugo, de primera intención y como es natural, está recibiendo los epítetos más denigrantes por haber huido de la justicia, sin embargo, analizando su situación con cabeza fría y considerando, también, lo afirmado en el párrafo precedente, la fuga podría mirarse tras otro cristal:

¿No habrá huido atemorizado al ser amenazado de muerte si  “abría la boca”?

Está más claro que el agua, a partir de las pocas grabaciones difundidas, que ha hecho mal uso de sus altos cargos como administrador de justicia subastando los fallos al mejor postor y/o estableciendo tarifas para fallar al gusto y conveniencia del cliente; de modo que si relatara todo lo que sabe ya podríamos irnos imaginando la larga lista de delincuentes, por ahora desconocidos, que saldrían a la luz, los que, necesariamente, tendrían que ser encausados y condenados.

El asunto se tornaría más peliagudo por cuanto, en contraposición a la opinión del vulgo, no son solo delincuentes de chaveta en mano quienes compran jueces y fiscales (como lamentable y sorprendentemente estamos informándonos  en Piura), sino también pululan de los otros, de cuello y corbata, tan o más perniciosos que los primeros por cuanto, en gran medida, rapiñan las rebosantes arcas públicas y/o rompen manos de funcionarios corruptos para obtener dádivas/prebendas/ventajas indebidas en beneficio propio a costillas del Estado, es decir, de todos los peruanos.



Finalmente, si de veras huyó con la intención de nunca más retornar, no pudo escoger país más inconveniente que España, especialmente habiendo tantos otros asequibles con los que el Perú no tiene suscritos convenios de extradición como, por ejemplo, entre otros, el Japón.