HOSPITALES: ATROZ Y PUNIBLE INCOMPETENCIA
(Piura, 22 enero 2019)
Luis Gulman Checa
¿Cuántos años han
transcurrido desde que se puso en el tapete la urgente necesidad de construir
varios hospitales en el departamento, siendo el más promocionado el de “La
Perla del Chira”?
Me parece que el tema tomó protagonismo
cuando nos gobernaba el actual vice ministro de Pesquería, Javier Atkins, es
decir, ha transcurrido tanto tiempo que si nuestros gobernantes hubieran estado
dotados de un ápice de capacidad de gestión, experiencia y sentido común; desde
varios años atrás estuvieran en servicio para bienestar de los piuranos
(departamento).
Tal y como se viene manejando el tema y
fieles a nuestra demostrada y acendrada incapacidad de gestión, parecería que
el anhelo hospitalario perdurará en el limbo por tanto tiempo que podría romper
el récord que viene imponiendo el sueño del Alto Piura irrigado con aguas de
nuestro río Huancabamba, el cual, debemos reconocer, se ha tornado casi
irrealizable por cuanto, habiéndose puesto en marcha ocho años atrás, ha sido
tan mal y corruptamente conducido que mejor hubiera continuado durmiendo.
Tengo a la vista la edición de “El Tiempo” de
la fecha y no sé si reír o llorar al leer la siguiente información:
“En cuatro años no se
avanzó nada en tema de hospitales para Piura”
El congresista Hernando Cevallos indica que hay
incertidumbre para la construcción de nosocomios.
El gobernador Servando García propone crear una mesa
técnica para agilizar la construcción.
Digresión:
Viendo la fotografía inserta, mostrando a
ambos, congresista y gobernador, codo a codo, absortos, leyendo documentos, reflexiono: ¿habrá
preguntado el “Catón” piurano a su
compañero por qué diablos se había echado, vil y vergonzosamente, a los pies de
César Acuña?
Para acrecentar
la desilusión de los piuranos m/m pensantes, nuestro flamante gobernador, a
pesar de ser médico, es decir, debiendo ser los hospitales su salsa, sale con el
absurdo/disparate de nombrar una mesa técnica, reincidiendo en el reiterado
error de soplar la pluma a terceros no calificados en vez de DECIDIR, como está obligado, por el cargo que buscó
y logró.