R U I N D A D

(Piura, 15 enero 2019)

Luis Gulman Checa

.. bajeza, mezquindad, infamia y/o canallada, la perpetrada por el impresentable Luis Galarreta, actualmente integrante de la recua de Keiko e, increíblemente, expresidente del Congreso por decisión de su arriera, quien, como colofón de su larga lista de exabruptos, acaba de espetar el siguiente:

“Para nadie es noticia que el presidente Martín Vizcarra se haya vendido a la empresa consorciada de Odebrecht. La “chavarrización” sí lo es.

Podría ser que, en atención a que el ladrón juzga por su condición y el susodicho ha cambiado de partido político como quien muda de calzoncillo, su flamante diatriba lanzada contra el Mandatario podría deberse a que él, en alguno de sus cambios  se habría vendido.

¿Por qué la imputación contra el presidente?

Por cuanto, la empresa C y M Vizcarra SAC, fundada por el Mandatario y un hermano 25 AÑOS ATRÁS, fue proveedora del consorcio que construyó los tramos II y III de la carretera interoceánica Sur, con dos contratos el año 2006 y uno el 2008.

¿Acaso los montos contratados fueron del nivel de la coima que, según manifestación de ejecutivos de Odebrecht, solicitó y obtuvo Alejandro Toledo?

Ni remotamente, pues, en total no llegaron ni al medio millón de soles. Es decir, centavos en comparación, por ejemplo, con los cientos de millones que acaba de repartir/despilfarrar el exministro de agricultura de la época de PPK, cuyo nombre no recuerdo ni viene al caso, con la “bendita” des colmatación.

Si generalizáramos el asqueroso rebuzno de Galarreta, tendríamos que señalar a todos quienes, de una u otra manera, también se habrían vendido  a Odebrecht y sus consorciadas:

·         Restauranteros que los alimentaron;
·         Hoteleros que los alojaron;
·         Medios de transporte que los movilizaron;
·         Todos los otros contratistas quienes les alquilaron maquinaria;
·         Etc.

Dicho ello y como, fatalmente, la carne viene con hueso, el presidente, perpetrando una atroz, infantil y hasta descalificadora metida de pata, negó, pública y reiteradamente, prendiéndose de un clavo ardiendo, la acusación formulando la siguiente explicación:

Jamás contratamos con Odebrecht sino con el consorcio ejecutor de la obra.

Este desliz/pachotada, dado que Odebrecht participaba mayoritariamente en el consorcio, trajo una cola tan larga que el inefable Congreso está ad portas de crear una comisión investigadora para pasar por rayos X al ¿vendido? Martín Vizcarra.

Comentario final:

¿Cómo calificar al “periodismo” que sacó a la luz que, en aquellos tiempos, la modesta empresa propiedad de dos personas de a pie, alquiló maquinaria a cambio de unas pesetas al consorcio ejecutor de la interoceánica Sur?