¿UNA
LUZ EN EL HORIZONTE?
(Piura, 15 febrero 2019)
Luis Gulman Checa
Aunque tenue, se aprecia a lo lejos un leve
resplandor que, Dios lo quiera, con el paso de los días se transforme en un
potente reflector que desaparezca la terrible oscuridad caída sobre Piura,
representada por la traición perpetrada por el Gobernador, Servando García, quien,
zurrándose en sus prédicas de candidato, ahora, tal y como si Piura fuera su feudo;
está haciendo y deshaciendo demostrando no solo ser ignaro absoluto sino, peor aún, vendiéndonos
como si fuéramos mercadería de segunda mano, poniendo nuestro destino en manos
de desconocidos cuyas intenciones debiéramos temer.
Me motiva la edición de “Correo” de la fecha
en la que apareció una pequeña llamada: “Cuestionan
a funcionarios trujillanos del GR”,
en contraposición a la desmesurada importancia atribuida al lamentable y
equívoco encarcelamiento de Elvis Miranda (a pesar que ya recobró su libertad), que fue
la NOTICIA del día. De haber sido al
revés, es decir, si la primera plana se hubiera limitado a difundir una sola
información: El cuestionamiento a los invasores trujillanos, hubiera podido
decir que se acercaba un potente faro.
Lamentable e innegablemente, Piura está asolada
por muchos problemas, todos los cuales son de entera responsabilidad de los piuranos:
·
En la quinta elección de la autoridad
regional, fuimos, una vez más, como el cangrejo. Elegimos a un ignaro quien, coloquialmente,
no solo está en la mera calle sino pésimamente acompañado.
·
La
Colonización San Lorenzo con su infraestructura al borde del colapso y la organización encargada (sin amparo legal)
de conducirla, la Junta de Usuarios, en la ruina y, a pesar de ello, continúa cual
barco a la deriva sin capitán a cargo.
·
La
EPS Grau cada vez peor para desgracia y sufrimiento de las personas más
menesterosas/necesitadas, que son las que carecen del servicio que presta.
·
La
ciudad de Piura, la capital en la que moro, en estado tan calamitoso (no por
culpa del mediocre “Niño Costero” sino de sucesivas autoridades incompetentes
y/o corruptas) que, si nos quedara una pizca de dignidad, la vergüenza debería
inundar nuestra alma por cuanto todos los incompetentes que estuvieron a cargo
llegaron ahí por nuestra propia ceguera/estupidez.
En consecuencia, bien podemos comparar a
Piura con una persona ingresada a la sección de emergencia de un nosocomio en
grave estado por las heridas visibles por las que mana sangre en abundancia,
una de las cuales dañó la arteria femoral. Si así fuera, ¿acaso el médico a
cargo no optaría, como primer paso para evitar la muerte del paciente, detener
el flujo emitido por tal arteria?
Conciudadanos:
Siguiendo con el
ejemplo, la herida en la femoral está representada por la rapiña que viene desarrollándose
en el Gobierno Regional de Piura, de modo que si los piuranos no ponemos fin a
tal sangrado, nos iremos, definitivamente, a la mismísima M…