AGUA: ¿BENDITA O MALDITA?
(Piura, 21 enero 2020)
Luis Gulman Checa
Mi desconcierto se incrementa ante la
continuada aparición de informaciones y/u opiniones alertando/alarmando a la
población sobre el peligro pendiendo, cual espada de Damocles, sobre nosotros a consecuencia
de las inminentes lluvias.
Imaginemos un escenario que consideraría ideal,
al cual, los medios y opinantes, calificarían de catastrófico:
El río Piura discurrirá
con descargas máximas de 400 m3/seg m/m hasta el mes de julio; el río Chira
aportará una masa anual de 3,200 MMC y,
el río Quiroz abastecerá suficientemente
la Colonización San Lorenzo y,
obviamente, la ciudad de Piura soportará más de una lluvia bastante superior a
la de 12 mm del pasado diciembre.
Este cuadro, que sería MARAVILLOSO para la agricultura departamental, para los
quejosos/irracionales sería catastrófico por la gran cantidad de desarrollos
urbanos ejecutados en la ciudad de Piura sin siquiera haberse tomado la
molestia de hacer circular un asno que hubiera indicado se trataba de un
hueco/depresión del suelo que, de llover, se tornaría en laguna.
Visto así el panorama preguntémonos qué le
vamos a pedir a Dios Nuestro Señor en nuestras oraciones: 1) Que no caiga ni
una gota de agua para que los vivientes
en las cuencas ciegas no sufran inconvenientes ni, tampoco, se vean
obligados a disputarse las 29 motobombas disponibles para expulsar el
agua de las mismas o, 2) Que llueva de modo que el panorama sea como el
descrito líneas arriba para beneficio de la agricultura y de las decenas de
miles de personas que vienen laborando en los modernos y tecnificados desarrollos
que siguen multiplicándose.
No obstante, a contrapelo de los recientes anuncios del Enfen y el Senamhi anunciando
lluvias, continúa vigente el pronóstico de que el presente será un año de escasos
aportes, pronóstico que, hasta el momento, viene siendo confirmado por la
alternancia con lo que sucede en el sur del país. Además de ello, no lo echemos
en saco roto: el presente año es BISIESTO.
¿Qué debería hacerse?
Mientras no quede
claramente definido el comportamiento hídrico del presente año, no sembrar ni
media hectárea de arroz en el departamento.