COMO GASOLINA AL FUEGO
(Piura, 22 enero 2020)
Luis Gulman Checa
El mismo efecto que tratar de apagar un
incendio rociando gasolina, tiene sobre la multiplicación de asesinatos de
mujeres a manos de criminales/desquiciados varones, la cotidiana aparición de
primeras planas en medios escritos o interminables
informes televisivos, exponiendo los crímenes al detalle.
Interesante el dilema generado a raíz de lo
expresado líneas arriba - en caso la afirmación tuviera sustento - por cuanto, tácitamente,
es una crítica a la actitud de los medios, los cuales, si pusieran por delante del
tiraje o la sintonía lo más conveniente para la comunidad a la que se deben, relegarían
tales notas informativas (como antaño) a las páginas amarillas. Sin embargo,
tal aspiración deviene en un sueño por cuanto tal color ya preñó hasta las
portadas.
¿Habría alguna forma de
que estas informaciones, en vez de ser negativas por servir de ejemplo a
escondidos desquiciados, fueran útiles y provechosas?
Sí, en el caso que, a
renglón seguido de la descripción del crimen, pasaran o publicaran las escenas
en las que aparece el perpetrador con sus pelotas en la boca desangrándose
hasta morir en medio de indescriptibles estertores.
Por si acaso, para quienes fruncieran el entrecejo
a raíz del párrafo anterior, obviamente por la moderna (no mucho tiempo
atrás la Inquisición asaba y liquidaba personas por quítame estas pajas) actitud
de preservar la vida humana a pesar de lo bestia e irracional que sea el perpetrador;
les recuerdo que en la
Biblia aparecen innumerables citas justificándola.
Estimado lector, pregúntese y respóndase usted
mismo si la portada de ”Correo”, edición
de la fecha, con tremenda foto, no justifica el presente:
BRUTAL ASESINATO
De 96 puñaladas matan a una madre de familia delante de su
sobrina. A su exconviviente le imputaron el horrendo crimen que ha conmocionado
a los ayabaquinos. La víctima deja a siete hijos en la orfandad.
Creo oportuno traer a colación el lema del
General Manuel Odría, el expresidente de la República que nos benefició con la
formidable Colonización San Lorenzo, ejemplo mundial en su época: “HECHOS, NO
PALABRAS”.
Liquidar in situ y en
el acto a estos criminales.