POR ANGAS O POR MANGAS ESTAMOS J….
(Piura, 13 enero 2020)
Luis Gulman Checa
Una escondida información aparecida en “El
Tiempo”, edición de la víspera, ratifica que en nuestro departamento se
alientan, permanentemente, el caos y el desorden,
por cuanto, aunque usted no lo crea, estimado lector (a), otro gran daño
ocasionado por la fallida obra de mantenimiento en el Canal de Derivación se
estaría dando en las riberas del reservorio de Poechos.
¿De qué se trata el asunto? Simple y llanamente
que, imitando a los “orilleros” que desarrollan cultivos en los cauces de los
ríos según van mermando su caudal aprovechando la humedad remanente (labor
digna y destacable), pobladores de Lancones, aplicando el mismo criterio,
siembran en áreas propias del reservorio cuando el nivel de almacenamiento va
disminuyendo, aprovechando, tan igual como los “orilleros”, la humedad del
terreno.
Como cualquiera entiende, ambas actividades se
realizan bajo cuenta y riesgo de los agricultores, especialmente en el caso de
los “orilleros” de Lancones, por cuanto, mientras quienes siembran en cauces de
ríos tienen la seguridad que no fluirá antes de levantar la cosecha, quienes se
arriesgan haciéndolo en el reservorio están jugándose una lotería.
Si
consideramos que el nivel máximo inicial de operación del reservorio fue
de 103 m.s.n.m., elevado a los 106 a raíz de los recientes trabajos de
repotenciación, preguntémonos si es dable calificar como inundación de cultivos cuando
la cota de almacenamiento está, m/m, en los 101.21 m.s.n.m.
Pero, ¿cuál es el sustento del epígrafe? Que,
por las obvias e inocultables consecuencias derivadas de la punible y corrupta
contratación de un remedo de empresa para
ejecutar los trabajos de mantenimiento del canal de Derivación, no nos percatamos
que tal situación, incompetencia y/o corrupción generalizada en la ejecución de
obras públicas, se replican en Piura por doquier, según información aparecida
en la citada edición:
El agro y familias en
riesgo por retraso en dos obras.
Lentitud en construcción de canales de riego pone en riesgo
cultivos y consumo.
En este caso no se trata del PECHP sino de la
Colonización San Lorenzo, pues, tres obras de reconstrucción valuadas en más de
seis millones de soles a ejecutarse en los canales Pelingará y Yuscay, según la
información, padecen igual situación que la del canal de Derivación. ¿El
responsable directo? El PSI, es decir, “limeños”.
Reflexionemos preguntándonos: ¿Acaso
no es verdad que estamos jodidos?