PREVENCIÓN

(Piura, 02 enero 2020)

Luis Gulman Checa

Concepto definido como medida adoptada a priori para evitar se produzca algún inconveniente y/o hecho negativo. Ejemplo típico y universal:

La provisión de una quinta llanta en los vehículos en previsión que alguna de las cuatro operando colapse.

La lista de medidas/costumbres vigentes en aplicación de tan sano, lógico y racional  concepto es interminable, variando desde los extintores ubicados cerca a lugares donde podría arder algún fuego hasta los comprimidos anti diarreicos que se portan en los neceseres.

En consecuencia, tal concepto es de aplicación en referencia a situaciones inesperadas, las cuales, muchas veces, no ocurren jamás y las medidas/previsiones adoptadas desaparecen de viejas sin usarse.

Tomando al toro por los cuernos reflexionemos sobre la naturaleza de las lluvias:

¿Acaso no es un hecho que INDEFECTIBLEMENTE, más temprano que tarde y/o periódicamente, las mismas se abatirán sobre nosotros variando su intensidad?

Siendo la respuesta afirmativa, el concepto no es de aplicación tratándose de las vivificadoras aguas caídas del cielo, por cuanto, reitero, ello no es una eventualidad sino un hecho real, concreto y repetitivo. Así, por ejemplo, cuando se edifica un inmueble en Piura la colocación del techo no es una medida de prevención sino una absoluta necesidad por cuanto tenemos la  seguridad que debemos protegernos de las lluvias que caerán.

¿Qué motiva el presente? La reiterada grita de los medios contra las autoridades por no haber tomado las adecuadas medidas de prevención para evitar que, calles, avenidas y barrios enteros luzcan cual bellas lagunas tras una ínfima y miserable lluvia de 12.5 mm caída en varias horas.

Le pregunto al opinante anónimo insultando y denigrando a la autoridad por cuanto un barrio, El Chilcal, se convierte en laguna tras una mísera lluvia por la simple razón que se construyó en una vega y/o depresión del terreno y/o piscina natural; es decir, en una CUENCA CIEGA, eufemismo creado para describir los desarrollos urbanos  en tales depresiones, lo que, fatalmente, es descalificador para los responsables de tremendas barbaridades. ¿Cuál es la propuesta concreta del opinante? ¿Acaso que el Estado reubique a los “damnificados”? Pregunto, ¿acaso no serían ellos quienes debieran montar y operar una planta de bombeo para expulsar el agua de las lluvias?



Lo que agrava nuestra situación es que, lejos de corregir error tan imperdonable, continuamos repitiéndolo sin que los ahora lloriqueantes digan ni media palabra cuando se construyen flamantes avenidas, las cuales, a la menor lluviecita, se convierten en grandes y navegables lagunas.

Para agravar más aún la situación, si ello fuera posible, PREVENCIÓN rima con CORRUPCIÓN, por cuanto está más claro que el agua el uso de este concepto para robar y rapiñar en las mal llamadas OBRAS DE PREVENCIÓN CONTRA INUNDACIONES por cuanto las mismas son MUY PRODUCTIVAS para colmar sucios bolsillos con dinero rapiñado al erario.

¿Un ejemplo que la real prevención no  importa ni un carajo?

Circulando por carretera, constate qué porcentaje de vehículos lo hace con las luces apagadas, zurrándose en la norma obligando a hacerlo con las bajas encendidas.

Esta punible omisión, sumada al ilegal tránsito de moto taxis y moto furgones, ¿cuántos occisos producirá anualmente por accidentes de tránsito?