FÚTBOL: ¿DEPORTE DE MULTITUDES?

(Piura, 16 octubre 2017)

Luis Gulman Checa

Ahora, muy temprano, viendo el resumen de los partidos de fútbol del torneo descentralizado del fin de semana, abruptamente tomé consciencia de un hecho contradictorio con la, aparente, fiebre futbolera que tiene embargado al país entero:

Las tribunas, en todos los partidos, estaban casi vacías.

Esto es aún más chocante por cuanto, en la era de las comunicaciones cuando podemos ver, en tiempo real, lo que sucede en el mundo entero; todos los estadios, trátese del deporte que fuere, lucen rebosantes de espectadores. Entonces,  los peruanos, ¿somos futboleros u oportunistas y casquivanos?

Esta disquisición podría hacernos concluir que los estadios lucen vacíos porque el nivel de los equipos es una birria, lo que nos llevaría a plantearnos la conocida interrogante del huevo o la gallina, dilucidando si primero se ausentaron los espectadores o si la fuga se debió al bajo nivel de los equipos.

Hablo basado en mi propia experiencia porque desde niño, cuando cursaba tercer año de primaria en el colegio Salesiano, luego de la misa dominical y el desayuno en casa, marchaba al estadio municipal colmado de espectadores - actual urbanización 4 de enero -  donde ex pectaba un par de partidos hasta la hora de almuerzo.

Con el paso de los años, primero, fui asiduo asistente a los partidos de Universitario en Lima antes de la existencia del torneo descentralizado y, luego, terminados mis estudios y radicado en Piura,  continué asistiendo al nuevo estadio Miguel Grau  en condición de futbolista amateur, Estrella Roja y Sport Liberal, y, al contrario de hogaño, las tribunas rebosaban de espectadores.

Feliz o fatalmente (según el cristal con que se mire), en el tiempo transcurrido la tecnología de las comunicaciones avanzó en forma desmedida, posibilitándonos, en una sola mañana, visitar Madrid, Roma, Londres, Manchester, Múnich, Paris o Milán sin necesidad de salir de nuestras casas. ¿Cómo? Manejando el control remoto cambiando de canal y disfrutando de los mejores estadios y fútbol del mundo.

Sin embargo, tal opción, así como para nosotros, también está disponible en toda la tierra y los hinchas, en contraposición a nuestra indiferencia,  sí acuden a alentar sus equipos.

Entonces:


¿De verdad el fútbol es nuestro deporte rey o somos vulgares noveleros?