MUY BIEN PPK

(Piura, 18 octubre 2017)

Luis Gulman Checa

Dios continúe guiando a nuestro presidente a seguir firme haciéndose respetar  mandando a rodar, educada y constitucionalmente como lo ha hecho hasta el momento, a la circense Comisión Lava Jato, del deprimente y venido a menos Congreso de la República.

Vayamos reflexionando sobre el torvo y delincuencial objetico de tal comisión:

·         Fuerza popular, la recua de Keiko, es la propietaria/dueña/”capo” del Congreso, el segundo Poder del Estado.

·         El caso Lava Jato, regalo del Brasil, que aireó  la corrupción que obviamente consumía al país ante el ¿desconocimiento? de la gran mayoría de opinólogos, periodistas y políticos (¿cuántos de estos pícaros y sinvergüenzas habrán cobrado también de las empresas contratistas?), está siendo investigado por las instancias competentes: Ministerio Público y Poder Judicial.

·         Entonces, ¿qué objeto tiene el circo desplegado por tal comisión si sus conclusiones/recomendaciones - si algún día sus integrantes, que carecen de preparación, llegaran a concretarlas -  no son vinculantes, lo que implica que el magistrado que las recibiera las podría tirar, como sin duda haría, al tacho de la basura?

·         Peor aún, está claro hasta para un ciego el grave conflicto de intereses que la afecta. ¿Por qué? Por cuanto, su jefa, Keiko, también ha sido imputada de haber recibido los mismos favores que el expresidente Ollanta Humala, los cuales, no solo a él sino también a su esposa, lo llevaron a la cárcel, ergo, que sea investigada por su  recua  es una burla a nuestra inteligencia. ¿El gato de despensero?

·         Por lo expuesto, podemos concluir fehacientemente que el único y delincuencial objetivo de la Comisión es disturbar, entorpecer y lanzar salvas de humo con el único propósito de obstaculizar y/o imposibilitar la investigación de los entes competentes tanto sobre Keiko como, también, sobre los incontables funcionarios corruptos, de capitán a paje,  durante el gobierno del que antaño fuera honorable partido,  y hoy, con cuatro gatos, convertido en  furgón de cola de la recua.