NO RECUERDO, NO CONOZCO
(Piura, 10 noviembre 2018)
Luis Gulman Checa
Siendo propio de nuestra naturaleza que, con el
transcurrir del tiempo, las personas perdamos facultades como la memoria o la
capacidad motil; es explicable y entendible que César Trelles Lara, en el curso
del interrogatorio al que fue sometido
por la congresista Rosa Bartra cuando acudió al seno de la Comisión
Investigadora del caso Lava Jato instaurada en el Congreso de la República para
esclarecer las presuntas faltas/delitos perpetrados en la gestión del Proyecto
Alto Piura, estoica y reiteradamente,
respondiera con las frases del epígrafe
a la mayoría de preguntas. Sin embargo, si su deterioro mental había alcanzado
tales extremos, es lícito preguntarnos lo siguiente:
¿Cómo diablos tuvo la
osadía o desfachatez de haber pretendido volver a ocupar el alto cargo que ostentó
años atrás estando su mente tan
deteriorada?
Ahora, parafraseando a CTL, digo desconocer
si la citada congresista, al constatar el deterioro/degradación mental del
interrogado, optó por la lógica decisión de convocar a quien sería el directa y
legalmente responsable de las supuestas tratas, me refiero a quien a la sazón
se desempañaba como gerente general y, en tal condición, suscribió el contrato
de obra con la empresa Camargo Correa: Humberto Correa Cánova, quien, en
atención a su edad y altos cargos académicos, no hubiera podido cobijarse bajo
tales excusas.
No está en mi naturaleza hacer leña del árbol caído, siendo
proclive, por lo contrario, a atacarlos frontalmente y con todas las armas
disponibles cuando están firmemente enraizados, razón por la que respecto a la
tragedia para Piura y los piuranos que viene significando, hasta la fecha, la
gestión de este tan anhelado Proyecto de Desarrollo y con el único fin de que
los piuranos tomemos consciencia de la responsabilidad que nos toca por abúlicos
e indiferentes, rememoraré algunos hechos que nos harán recapacitar.
A la fecha, han transcurrido 22 años desde que el Alto Piura o IV
Etapa del Proyecto Especial Chira Piura, estuvo apto para ponerse en marcha
convocando una “Licitación Internacional para Ejecutar Estudios y Obras del
Alto Piura”. Como se comprenderá, en este largo período el desarrollo total del
Proyecto hubiera podido ejecutarse dos o hasta tres veces si no se hubiera
interpuesto nuestra nefasta y maldita indiferencia, en este caso, al no mover
un dedo cuando un foráneo intrascendente torció nuestro destino y/o obvios
ignaros y/o corruptos se apropiaron de su gestión con el propósito de saquear el
erario permitiendo, además de sabrá Dios en qué medida cargar sus sucios
bolsillos; mantener por lagos años una recua de vagos e inútiles integrando,
para peor, dos Consejos Directivos
(inventados por CTL cuando se vio obligado a retribuirle al Ing. Cumpa su “inversión”
y, “convenientemente”, conservados por sus sucesores).
Así, estimados paisanos, les hago saber que
el monto “invertido” en el Alto Piura a partir m/m del año 1997 hasta la fecha,
que sería deseable cuantificara al centavo, por ejemplo, el decano de Economía
de la UNP; ha sido dinero que, literalmente, se fue por el desagüe por cuanto,
para todo fin práctico, el Proyecto Alto Piura está en cero.
Así, resumiendo, hemos perdido 22 años y XXX cientos de millones de soles.