¿TAMBOGRANDE IMITANDO A CHILE?

(Piura, 10 noviembre 2018)

Luis Gulman Checa

Sorprendente información apareció en la edición de “El Tiempo” de la víspera:

Tambogrande: la tierra del mango y del limón está de aniversario.

Semejante titular, inmediatamente, trajo a mi mente el indiscutible e innato afán de apropiarse de lo ajeno que caracteriza a los chilenos, lo que sufrimos desde el siglo antepasado y, constante y permanentemente, queda reafirmado cuando, sin vergüenza alguna, se auto designan como inventores/propietarios de productos indiscutiblemente peruanos, como el pisco, entre muchos otros.

Tan o más grotesco y falso que afirmar el origen chileno del piso es señalar a Tambogrande como la tierra del mango y del limón  cuando tal denominación  corresponde y corresponderá, aunque pasen varios siglos, a Chulucanas; exactamente igual como la papa, a pesar que alimenta a la mitad de la población de la tierra, continuará siendo peruana hasta el fin de los tiempos.

Tambogrande, como Olmos, en referencia a la producción de ambos frutos, podría considerarse hijo putativo de Chulucanas, pues de allá llegaron las gentes y simientes a la Colonización San Lorenzo en la década de los 60 del siglo pasado en calidad de colonos para, recién, plantar ambos frutales.

¿Por qué querer ganar indulgencias con Ave Marías ajenas teniendo atributos propios y de gran valor?

Por ejemplo, como precisa, con fotografía incluida, la referida información, Tambogrande puede jactarse de tener en su territorio el más fantástico de los algarrobos existente sobre la tierra: “El Algarrobo Rey”, el más longevo con más de 600 años, es decir, si hablara, podría describirnos cómo eran y actuaban los primeros colonizadores que llegaron  a Piura con Pizarro.

Ese no es su único atractivo,  pues cuenta con envidiables “balnearios rurales” que pueden hacer la delicia de los miles de visitantes del distrito, los cuales, además, podrán disfrutar las fabulosas cartas gastronómicas que ofrecen los cuarenta restaurantes certificados por Cetar Piura, distinción que, apostaría mi cabeza, no luce Chulucanas.

Finalmente, no puedo dejar de señalar el remezón emocional que sentí al leer el nombre del subgerente de Desarrollo Económico de la municipalidad distrital de Tambogrande promocionando la “Ruta del mango y limón”: Guido Raffo Risco, por cuanto, figurativamente, estoy seguro sus ancestros, desde sus tumbas, hubieran protestado a voz en cuello por tremenda traición.