PIURANOS:
¿CIEGOS Y SORDOS?
(Piura, 05 noviembre 2018)
Luis Gulman Checa
La desesperanza y el pesimismo sobre lo que
nos depare el futuro embargan mi espíritu al ver, a la hora nona y/o cuando la
leche ya se derramó, cómo lloramos como mujeres lo que no supimos
defender como hombres, pues es tal y no otra cosa la tragicomedia que
ha significado la ¿gestión? del proyecto Alto Piura.
Es risible ver la aparición de “generales
después dela guerra” - similar al brote de hongos tras la lluvia - luego
de transcurrida casi una década desde que el citado proyecto, en la pila
bautismal, fue infectado por el mortal y destructivo virus de la corrupción, por
lo que lo lamentado ahora es consecuencia de nuestra abulia, desinterés,
ignorancia o mera y simple estupidez, por cuanto, cuando debimos actuar
guiados/motivados por los adalides de turno (mandamases de universidades, colegios
profesionales, entes señeros como la Cámara de Comercio y otros), con tales
¿líderes? al frente, optamos, imitando al avestruz, por enterrar la cabeza bajo tierra.
¿Cómo fue posible que
no hubiera ni un piurano capaz de advertir tan asquerosa patraña dando la voz de alerta para frenar las
torvas intenciones de los réprobos?
No fue así, pues entre el miércoles 16 de
octubre y el miércoles 06 de diciembre del año 2013, se publicó en el diario “El
Tiempo” un artículo dividido en siete capítulos semanales titulado: “Alto
Piura: la verdad al desnudo”; como colofón de varios otros escritos por la
misma persona sacando a la luz las irregularidades inmersas en la gestión del
proyecto.
Habiendo sido el citado artículo claro y
directo señalando, con nombre y apellido, tanto a los confabulados como las
trapacerías perpetradas sin que ninguno hubiera accionado legalmente contra el
autor (como, por ejemplo, actualmente lo
viene haciendo el Arzobispo Eguren contra los periodistas Pedro Salinas y Paola
Ugaz); confirmándose así la veracidad de lo afirmado, preguntémonos:
¿Qué llevó a guardar
silencio, en siete idiomas, a todos quienes debieron “desplegar las antenas”,
incluidos tantos periodistas quienes, ahora sí, claman y gimen cual “lloronas”?
Sui hubiera sido el maldito y protervo afán
de no malquistarse con el “poderoso de turno” para no perder la oportunidad de
continuar mamando de la ubre pública, ya podemos ir concluyendo que,
mientras tales personas sigan en la palestra, nuestro futuro seguirá siendo
torvo y oscuro.
Reflexión final motivada por la continuada
perpetración de faltas/delitos (*)
en la gestión del proyecto Alto Piura:
La Contraloría
General de la República, ¿solo existe para alimentar una gran burocracia mientras
los saqueadores del erario rapiñan sin cesar en sus propias narices?
(*) Empezó cuando el
gobierno regional, bajo el mando de César Trelles Lara, malversó o robó el 50%
de un Crédito Suplementario gestionado y
logrado por el PECHP para cubrir el costo total del Sifón del Chira, a la sazón
en ejecución, para la fraudulenta construcción
de la carretera El Faique - Huarmaca, como antesala del inicio de la
ejecución del proyecto Alto Piura, pero, en realidad, como pretexto para robar
recursos públicos ante, una vez más, la punible inacción de Contraloría
General.