I R R A C I O N A L I D A D

(Piura, 26 febrero 2020)

Luis Gulman Checa

Estimado lector (a), ¿recurriría usted a un ginecólogo quien, en todos los partos que atendió perdieron la vida la gestante y el niño (a) por nacer, para que asistiera a vuestra hija ad portas de dar a luz?

Imagino vuestra respuesta que sin duda vendría aderezada con palabras de grueso calibre por el tácito insulto a vuestra inteligencia al formularle la pregunta.

Sin embargo, saltando al ámbito público, exactamente ello se está dando, figurativamente, cuando somos informados que el gobierno regional de Piura tendrá a su cargo, constituido en Unidad Ejecutora, la construcción de una nueva planta de tratamiento en El Arenal para poder abastecer las 24 horas del día con agua potable las provincias de Talara y Paita.

De primera intención, uno tendría que preguntarse  cuál es la relación entre el epígrafe y la mención de la citada responsabilidad adjudicada al GORE. La explicación aparece en el mismo  medio y edición que informó la futura tarea en El Arenal:

El Proyecto Alto Piura gasta millones sin ejecutar la obra.

El consejero Leonidas Flores denunció que el año pasado se gastó en altos sueldos y consultorías, pese a que el avance es nulo.

Para vuestra información, el Proyecto Alto Piura es una víctima más de la absoluta y demostrada incompetencia/corrupción enquistadas en el gobierno regional de Piura desde muchos años atrás, siendo la atrozmente indescriptible conducción de tan  anhelado proyecto de desarrollo, la cereza en la torta  del cúmulo de atrocidades perpetradas en una institución que debió llevar Piura a las alturas y, por lo contrario, cada día la sotierra más en el profundo hoyo del atraso y el desconsuelo.

Franca y sinceramente, me atrevo aconsejar a los alcaldes provinciales de Talara y Paita poner el grito en el cielo protestando contra tal designación (¿habrá sido chileno quien urdió encargar al GORE semejante tarea?) movilizando a la población para que, como un solo puño, se una y exija que obra tan importante para ambas provincias, esté a cargo de un ente solvente y respetable.

Finalmente, tratándose de una obra directamente relacionada con la salud y subsistencia de cientos de miles de personas, y, estando reconfirmada la incapacidad generalizada difundida en el sector público para ejecutar obras (¿recuerdan la obrita/mantenimiento del Canal de Derivación del PECHP?), ¿acaso no deviene del más elemental sentido común incluirla dentro de las obras que se ejecutarán siguiendo el modelo que salvó los últimos juegos panamericanos?