¿JUSTICIA INSTANTÁNEA?
(Piura, 12 febrero 2020)
Luis Gulman Checa
El epígrafe es una tomadura de pelo a
nuestros incalificables sistemas de justicia y control: Poder Judicial y Ministerio Público, en el primer caso, y
Contraloría General de la República, en el segundo.
La conocida frase “se le escapan las tortugas”, queda
corta para graficar la lentitud/ineficiencia de tan importantes instituciones para
la buena marcha de la vida y desarrollo de la ciudadanía. No tengo la menor duda
que nuestro país presentaría un rostro totalmente distinto al actual si
funcionaran idóneamente.
La edición de “Correo” de la fecha, trae pormenorizada
información referida a los supuestos atropellos/malos manejos inmersos en la gestión
del Proyecto Alto Piura. Sin embargo,
ratificando el mordaz epígrafe, me referiré a una pequeña nota sobre el mismo
tema:
Otro caso involucra a
expresidente regional.
Se trata de CTL y otros 05 exfuncionarios por presunto
delito de colusión desleal por el pago de más de S/. 900,000.00 a Motlima por
la elaboración del expediente técnico para el Alto Piura el año 2009.
Imaginemos cuán grave es la situación de
desprotección que nos asola a los peruanos si hubo de transcurrir más de una
década para que los ¿cancerberos? responsables de la límpida/correcta/sana
gestión de los funcionarios, recién se percataran del obvio y claro latrocinio inmerso en
el citado servicio de consultoría, padre y madre del arbitraje que, con toda
justicia, ganó Camargo Correa al Peihap al haber sido estafada al ser contratada
para ejecutar una obra que nadie sabía en qué consistía.
Inmodestamente pero apegado a la verdad,
reitero que el suscrito, más de una década atrás y/o tan luego se perpetro el
desaguisado, lo hizo público en sus columnas que solía publicar en el diario “El
Tiempo”.
Digresión:
Pudiendo calificarse al suscrito,
comparativamente, como ignaro frente a las voces cantantes del ilustre Colegio
de Ingenieros del Perú, filial Piura: ¿cómo diablos semejante institución nunca se
manifestó al respecto.
Tamaña ineficiencia de los cancerberos fue la
responsable que el burro, contraviniendo el aserto, volviera a
chocar con la misma piedra, pues, el sucesor, JAL, imitó a CTL y suscribió el
segundo contrato de obra con el consorcio Obrainsa-Astaldi, el cual, como no
podía ser de otro modo, terminó resuelto
generando los respectivos arbitrajes interpuestos por la constructora:
Recurro a otra pequeña nota, parte del referido
informe sobre el Alto Piura:
5 arbitrajes por más de
140 millones de soles pendientes con Consorcio Obrainsa-Astaldi.
Los arbitrajes los pierde mayormente el Estado
por incapacidad/corrupción de los funcionarios que gestionaros los proyectos
antes que por malas prácticas de los árbitros.
Finalmente, una pregunta planteada en innumerables
oportunidades a la Contraloría General de la República:
¿Cuándo diablos abrirá
los ojos para detectar el millonario robo/asalto a las arcas públicas inmerso
en la existencia de los proyectos Chira-Piura y Alto Piura, cuando, no solo desde
1992 se dictó norma de obligatorio cumplimiento unificándolos, sino que, hasta
para un ciego, el Alto Piura equivale a la IV Etapa del Chira Piura?