ESPULGANDO CANDIDATOS
(Piura, 29 septiembre 2020)
Luis Gulman Checa
Me refiero a quienes aspiran ser elegidos
presidente de la República, precisando no estar proponiendo extraerles los
piojos, sino, obviamente, analizar con cuidado y prolijidad sus antecedentes,
características, aptitudes y condiciones,
con el fin de determinar cuál sería el idóneo para acceder a Palacio de
Gobierno. Como es entendible, en el curso de este proceso debemos tener siempre
presente las características de la masa electoral, en atención a que el plato
por ofrecerse debe estar acorde con los paladares a degustarlo.
Estoy proponiendo una práctica similar a la
aplicada en los clubes de fútbol, en los cuales, al iniciar la temporada, todos
sus integrantes son sometidos a
exhaustivos análisis y controles para determinar su condición física. En el
caso presente, como la tarea que les espera no se relaciona con músculos ni huesos, habría que analizar sus
antecedentes, tanto favorables como negativos, para el
correcto desempeño del cargo que buscan.
Empecemos considerando el adagio que dice: Gallina que come huevo, aunque le quemen el
pico”, reflexión que nos permitirá descartar, en el acto, a quienes ya
erraron el camino cuando fueron funcionarios transitando sendas prohibidas desnaturalizando y mancillando el cargo para
favorecer a allegados o paniaguados (parientes, compadres, ahijados, suegros
potenciales, etc.)
Seguidamente, aunque parezca banal, el porte,
expresión y la apariencia física en general tienen cierta importancia (la
excepción que confirma esta regla fue la elección de Alejandro Toledo). Así,
por ejemplo, mudándonos a Francia para ejemplarizar lo afirmado, Alain Delon barrería
en las urnas si su rival fuera
Quasimodo.
La experiencia, como siempre en la vida,
deviene en vital. Así, entonces, debemos analizar cuáles fueron candidatos y
elegidos, es decir, ya transitaron con
éxito el camino de las campañas electorales constituyendo ello un punto muy favorable.
Digresión:
Rememoremos las elecciones del año 1990
demostrativas que la absoluta falta de
experiencia e inocencia de un candidato aureolado, admirado y respetado en el
mundo entero en su calidad de eximio novelista, Mario Vargas Llosa; fue fatal
para sus sanas y patrióticas intenciones de relegar su actividad profesional poniéndose al servicio de la patria para sacarla del profundo foso
donde había sido soterrado por el gobierno de AGP. ¿A qué me refiero? A su
incalificable y bárbaro error de aliarse con Acción Popular y el Partido
Popular Cristiano, alianza que resultó un sancochado intragable y selló su
derrota.
También debe tenerse presente que el presidente de la República
deviene en sosías de un director de orquesta, quien, sin necesidad de saber
tocar algún instrumento musical, fue
dotado del maravilloso don de guiar a súper dotados ejecutantes. Así, entonces, el
mandatario ideal no tiene que ser un genio ni experto en todos los temas y
campos que deben manejarse/administrarse en el ejercicio del cargo, sino, únicamente,
tener el don de rodearse de las personas idóneas, es decir, informadas y
honestas.
A este respecto, también sería conveniente retrotraer
nuestra memoria décadas atrás cuando disputaban la elección para la alcaldía de
Lima el Ing. Jorge Grieve y el abogado Luis Bedoya Reyes, quien, al ser tildado
de incompetente o poco preparado frente a la lumbrera técnica y profesional que
era su rival, soltó una frase de antología, certera y vigente hasta la fecha:
“A los ingenieros (o profesionales)
se les contrata”
En conclusión, más que un sabio, se requiere a
una persona de bien cuyo único norte sea sacar el país adelante.