OLLA DE GRILLOS
(Piura, 10 septiembre 2020)
Luis Gulman Checa
Es la mejor expresión que me viene a la mente
para describir el caótico estado que viene asolando, y destruyendo Piura, desde
años atrás.
¡Qué pena y desgracia
que nuestro futuro haya estado y continúe en manos de ignaros y/o incompetentes
y/o corruptos!
Lo siento en el alma pero no se me ocurre frase
más adecuada tras leer información periodística respecto a que el GORE, usando
a su hijo putativo, el Proyecto Especial Hidroenergético Alto Piura, cursó
carta al Consorcio Inundaciones Piura, resolviendo el contrato para que
realizara el “Plan integral para el control de inundaciones y movimientos de
masas del río Piura, y el plan maestro de drenaje pluvial para los distritos de
Piura, Castilla y Veintiséis de Octubre”
Digresión:
Recuerdo claramente el ácido y virulento
comentario de un ciudadano español, quien fuera rector de la Universidad de
Piura, cuando, estando en artículo mortis
la gestión de Reynaldo Hilbck frente al Gore, suscribió dicho contrato. Hizo cera
y pabilo del proceso y del consorcio.
Obvia y lógicamente, la carta traerá cola por
la indemnización que deberá pagar el GORE (todos nosotros) en acatamiento al
laudo que cerrará el proceso que iniciará, en el término de la distancia, el
citado consorcio. Sin embargo, nunca se sabrá si tal pago será preferible en
vez de haber recibido el plan y desarrollarlo.
Sin embargo, la citada solo es una de las perlas
de la referida OLLA DE GRILLOS, pues, asimismo, los rimbombantes “Plan
de Acondicionamiento Territorial” y” Plan de Desarrollo Metropolitano”
(desconozco quién, cómo y cuándo fueron desarrollados), acumulan entre ambos
más de 300 observaciones. Para ponerlo en claro, una observación se formula
cuando un estudio o proyecto contiene errores de cualquier naturaleza, como,
por ejemplo, considerar que el río Piura tiene la especialísima característica
de discurrir del mar hacia las montañas.
Para hacer más bulliciosa la citada olla,
las manos que remueven su contenido son innumerables, dándose el caso que
mientras unas giran la cuchara en el sentido de las manecillas del reloj, otras
lo hacen al contrario. Se imagina, estimado lector, el tremendo despelote
armado para nuestra desgracia por la atroz omisión de no considerar un aserto
conocido universalmente:
Muchas manos en un
plato hacen mucho garabato.
¿Los odiadores de turno culparán a Martín Vizcarra por esta desgracia