¿ACEPTARÍA USTED UNA CARTERA MINISTERIAL?
(Piura, 23 junio 2017)
Luis Gulman Checa
Los opinólogos, de toda laya, están dándole
contra el suelo a PPK por cuanto, según ellos,
está tan huérfano y falto de apoyo que no será capaz de encontrar una
persona que reemplace a Alfredo Thorne sin desmembrar el actual gabinete. Sin
embargo, sí describen, con pelos y señales, las virtudes/cualidades que
deberían adornarlo, llegando algunos,
incluso, a dar la sensación de estar auto
proponiéndose.
También, retrotrayéndose décadas, han recordado
la genialidad de Manuel Prado (calificado no muy sutilmente de payaso por
“Caretas”) que puso el gobierno en manos de Pedro Beltrán, quien manejó las
finanzas públicas no solo magnífica sino también honestamente; demostrando así
que el presidente de payaso no tenía ni un pelo.
Digresión:
¿Debiera, PPK, imitando a Manuel Prado,
nombrar Primer Ministro, por ejemplo, a Héctor Becerril, para que hasta el fin
de su gobierno todo en el país transcurra como “cosiendo y cantando”?
Si hiciéramos como tales opinólogos y
echáramos la vista atrás comparando la
calidad de los diputados y senadores de antaño con la de los “congresistas” de
hogaño; la desazón y el terror, al constatar cómo se ha deteriorado tal Poder del
Estado, debiera abrumarnos y colmar nuestro espíritu de zozobra.
Entonces, ante realidad tan palpable y
confirmada, ¿cuál sería la primera virtud que debiera adornar a quien acepte
una cartera ministerial? La siguiente:
Vocación de mártir e
indesmayable afán de darlo todo por la patria, es decir, ser un auténtico
peruano, émulo de José Olaya o Miguel Grau quienes, a sabiendas, aceptaron
tareas que les costarían la vida.
Seamos honestos y reconozcamos que es mil
veces preferible ponerse al mando de un pelotón de 100 peruanos, mal armados y
peor pertrechados, para enfrentar una división conformada por 1000 chilenos
armados hasta los dientes; que correr el riesgo, vía interpelación, de caer en
las garras
de la pléyade de “congresistas” con apariencia humana pero que, en
justicia, a lo mucho debieran estar confinados en un zoológico.