¿LA CARCELERÍA REDIME O ES UN “SALUDO A LA BANDERA”?

(Piura, 20 junio del 2017)

Luis Gulman Checa

En los últimos días los medios han empezado a alborotar a la opinión pública - tan igual como cuando llenan portadas anunciando que el “cielo se vendrá abajo” y los huaycos, quebradas e inundaciones destrozarán medio país - informando que, próximamente, empezarán a obtener su libertad algunos miembros de Sendero Luminoso por haber cumplido, íntegramente, las penas que se les impuso.

Lo chocante/aberrante es el  sesgo de tales informaciones equivalentes a una alerta de la liberación de peligrosos criminales.

Estando a años luz de ser experto en la materia, el sentido común indica que, cuando una persona delinque y recibe una pena, una vez cumplida ésta queda saldada su cuenta con la sociedad, es decir, todos los  actos que perpetró en el pasado desaparecen/desvanecen, tan igual, por ejemplo, como un charco se difumina en el espacio y el suelo recupera su sequedad.

Apareció en un medio de ayer amplia información al respecto - con atroz fotografía de “la” Maritza Garrido Lecca de 25 años atrás - dando cuenta de las declaraciones del procurador antiterrorismo, Milko Ruíz Espinoza, advirtiéndonos lo siguiente:   

La libertad de Garrido Lecca está programada para el 11 de setiembre, mientras que Huatay  (Martha) saldrá el 16 de octubre.

Le preguntaría a tal procurador porqué pierde el tiempo ocupándose de personas que no tienen ninguna cuenta pendiente con la sociedad,  en vez de dedicarse, en cuerpo y alma, a acechar/acusar a los terroristas que andan sueltos haciendo proselitismo y envenenando jóvenes almas.

Visto bajo otro ángulo, el aviso del procurador es una crítica bastante clara a quienes las juzgaron al darnos a entender que, ya que la pena de muerte está proscrita en el país, debieron ser encarceladas de por vida, y, si tal pena tampoco estuviera prevista, le caería a quienes legislan por omisos, en cuyo caso, podría tener razón si comparamos con otras legislaciones:

·         Perú:        Si una persona es procesada por 10 delitos y cada uno es sancionado con diferentes años de carcelería, solo cumple el mayor.

·         EE UU:   Las penas se acumulan, de modo que hay sentencias por 90 años como también por 3 o 4 cadenas perpetuas.


Entonces, estimado lector, qué haría usted si, próximamente, encuentra en la calle a alguna de ambas damas, ¿las trataría cual perros sarnosos, como sugiere el procurador, o las trataría como personas comunes y corrientes?