CONTRALORÍA GENERAL (a) “GATO GORDO”
(Piura, 01 junio 2017)
Luis Gulman Checa
Ojalá abundaran en el
Perú los funcionarios del nivel/calidad de Walter Grados Aliaga, veterano
funcionario de la Contraloría General de la República que denunciópor varios
ilícitos, ante el Congreso Nacional, el mes de agosto del año pasado, al
Contralor General, Edgar Alarcón. Sin embargo, la denuncia fue archivada sin
tramitarla por la subcomisión de acusaciones constitucionales (encabezada por la
recua de Keiko) el 05 de diciembre del año pasado.
Reproduzco
declaraciones suyas publicadas en “La República”, edición del martes pasado, reveladoras
de la muy grave crisis institucional que tiene asolado a nuestro país, en este
caso, por el deterioro/corrupción de dos vitales instituciones: el Congreso Nacional (apañando al denunciado)
y la Contraloría General de la República:
Pregunta: ¿Está
siendo hostigado?
Sí. Mi
pecado es luchar contra la corrupción. Mi idoneidad y profesionalismo están
comprobados, pero me han calificado de regular y con dos calificaciones así
estoy fuera. Pese a las amenazas, que también fueron informadas al Congreso, me
quisieron enviar a Tarapoto, y como me negué me calificaron de regular.
Pregunta: ¿Es
incómoda su labor?
El 2014,
cuando hacía un trabajo de legislación comparada sobre corrupción, me llegó mucha información del caso Lava
Jato. Lo advertí a mi gerencia, pero no
hizo caso. Si lo hubiera hecho, sería distinto.
Pregunta: ¿Critica
a su institución?
Estoy
poniendo el pecho por mi institución porque quiero que vuelva a ser la de
antes, porque no funciona. Es un GATO GORDO que ha perdido su pericia y
experiencia.
De una parte, me
embarga la obvia y natural preocupación al confirmarse que la corrupción no ha
dejado títere con cabeza en el país, pero, de otro lado, me ufano por haber venido criticando
acremente a la Contraloría General desde mucho tiempo atrás por cuanto, a pesar
de ser advertida y debidamente informada de burdos ilícitos, no tomó acción
alguna para reprimirlos.
¿Acaso el
actual Congreso no es un asco comparado con el que AFF liquidó en abril de
1992?