PERO SÍ RESPONSABLE POR EL CAÓTICO TRÁNSITO

(Piura, 23 junio 2017)

Luis Gulman Checa

Nuestro alcalde, Óscar Miranda, tiene toda la razón al descartar tener la responsabilidad por la demora en la  ejecución de las obras de la reconstrucción con cambios, tal como se la está achacando el colectivo “Inundación Nunca Más”, muy preocupado por cuanto, aduce, restan menos de seis meses para el verano 2018.  

Digresión:

A los integrantes de tal colectivo les recomendaría tener presente la formidable sentencia que dice así: “Todos los días no se celebra la Navidad”, lo que para el efecto significa que el 2018, muy probablemente, por el elemental principio del cálculo probabilidades, no solo sea seco sino reseco. Además, un consejo: aplíquense a lograr la más pronta culminación del puente Independencia, causante directo de la inundación.

Sin embargo, así como una edificación se abre paso de abajo hacia arriba,  igual  se va organizando la vida en las ciudades, de modo tal que antes de contar con formidables y estupendas avenidas, jirones, veredas, pasos a desnivel y parques que emulen el Paraíso Terrenal; el sentido común  indica que las personas, todos nosotros, debemos alcanzar  el nivel necesario de cultura y educación respetando las normas legales:

·         Los peatones deben cruzar, únicamente, por las zonas demarcadas;
·         No debe oírse ningún estridente, prohibido e inútil bocinazo;
·         Jamás debe circular un vehículo con escape libre;
·         Las luces, de toda clase de vehículos, deben funcionar perfectamente;
·         Nadie debe arrojar basura a veredas, calles ni avenidas;
·         Ningún vehículo, sin la debida REVISIÓN TÉCNICA, debe circular:
·         Salvo que exista una norma que lo permita, que lo dudo, encerrar 24 horas en el calabozo a ciclistas que circulan no solo en  contra del sentido del tránsito sino también zurrándose en los semáforos:
·         Nadie debe estacionarse en las esquinas, lo que está absolutamente vedado, impidiendo el libre giro de los vehículos;
·         Continúe usted, estimado lector.


Como, fatalmente, aún nos restan años luz para alcanzar el grado de cultura/educación elementales  descrito líneas arriba,  nuestro alcalde, en unión del Concejo que lo acompaña, sí es responsable del caos imperante en la ciudad por omisión en su tarea punitiva/represiva.