CULTIVO DE ARROZ EN LA PICOTA

(Piura, 29 setiembre 2018)

Luis Gulman Checa

Dios dotó a los seres humanos con la capacidad de pensar/razonar  haciéndolo cada cual con su propio cerebro, razón por la que el mundo, en vez de ser un remanso de paz como sería si todos estuviéramos  de acuerdo, es un campo de batalla permanente desangrando a la humanidad que jamás concordará y, hasta el fin de los tiempos, continuaremos destrozándonos por las diferentes ideas/pensamientos que albergamos. 

Ejemplo puntual, actual y local de lo afirmado ut supra está en el frontal choque de opiniones entre el director regional de Agricultura, Mario Laberry, y el suscrito,  en lo referido al cultivo del arroz en Piura.

Laberry: es impostergable que los arroceros opten por asociatividad.

El director regional de Agricultura, Mario Laberry, señala que esta herramienta ayudará a organizar y comercializar mejor el alimento en beneficio de productores.

Personalmente considero que tal afirmación, avalada, según la información, por la Dirección Regional de Agricultura como institución, saca a la luz la razón por la que la actividad agropecuaria en Piura está años luz atrasada en comparación con  la boyante y próspera  que debiera ostentar.

En el curso del medio siglo transcurrido desde que se decretó la nefasta, maligna y destructora del Agro, Reforma Agraria, mayoritariamente, las autoridades (in) competentes han sido m/m copia y caldo del actual director de Agricultura: mentes oscuras incapaces de ver más allá de donde llega su mirada.

Lo que agrava la incuria y dejadez de estas pésimas autoridades es que a la vuelta de la esquina, aquí no más, tanto en el Alto Piura como en las áreas, antiguos eriales, desarrolladas colgándose del agua derivada del Chira al Piura, tienen a la vista la clase de agricultura que debe desarrollarse utilizando la valiosísima agua regulada, la que, para colmo y desvergüenza, la regalan tal y como si su existencia se debiera a una dádiva del Espíritu Santo y no a una enorme inversión realizada por el Estado, es decir, todos los peruanos.

Como soñar no cuesta nada, imaginemos cómo relumbrarían nuestros campos si, 1) En San Lorenzo se hubieran asentado colonos importados, por ejemplo, del Japón y 2) Si el manejo, gerencia, planificación y conducción del Sistema Chira Piura, desde sus inicios, se hubiera entregado a manos israelíes.


Si así hubiera sido, la travesía entre Piura y Paita, para poner un solo ejemplo,  sería un sueño. ¿Por qué? Por cuanto, en vez de  los despoblados eriales que antaño nuestros antepasados depredaron talando y carbonizando los algarrobales; serían preciosos campos con cultivos de altísima rentabilidad  regados con sistemas tecnificados de última generación, cuya producción generaría chorros de dinero para beneficio de Piura y los piuranos.

¿Arroz?

Claro que sí, limitado a zonas no influenciadas por el riego regulado como las partes altas de los valles y/o  aprovechando aguas en épocas de avenida que no podrán guardarse o, también, fungiendo de práctica cultural como estuvo planificado en el desarrollo del Bajo Piura, sembrándolo cada tantos años a modo de rotación para lavar las sales del suelo.

Pero, la TREMENDA BURRADA imperante de sembrar miles de hectáreas de arroz y, para peor, en dos campañas anuales, es la mejor demostración que en Piura estamos, fatal y lamentablemente, por las patas de los caballos debido a la supina incapacidad y/o falta de idoneidad de las autoridades.

Dato para los promotores del arroz: (Aportes al Reservorio Poechos)

21   setiembre  2018                       24.62 m3/seg.

27   setiembre  2018                    13.55  m3/seg.

28   setiembre  2018                    15.50  m3/seg

¡DIOS NO QUIERA QUE EL 2019 SEA RESECO!