MOTOTAXIS: SEGUIRÁN MATANDO CRISTIANOS
(Piura, 22 setiembre 2018)
Luis Gulman Checa
Sería conveniente que algún “experto” en la
materia informara cuántas personas mueren anualmente por accidentes sufridos
por mototaxis circulando por carreteras, por cuanto, como es sabido, están
expresamente prohibidos de hacerlo. Entonces, cuando se suma uno o varios
occisos más a tan inacabable relación debiéramos preguntarnos si la autoridad
competente, sin pestañear, achaca la culpa al conductor del vehículo más costoso/ostentoso
y que, como cualquier persona con ínfima capacidad de razonamiento entiende,
circulaba a mayor velocidad que el bendito o maldito engendro; o, por lo
contrario, como debiera ser, empieza indagando por qué diablos, el flamante
occiso, circulaba por carretera zurrándose en la normatividad.
Para información de los redactores de los
medios, que achacan per se al exceso
de velocidad el origen de todos los accidentes, les informo que en los países auténticos, así
como en algunos ni siquiera hay límites
de velocidad máxima, son implacables haciendo respetar la velocidad mínima.
¿Por qué? Por cuanto, cualquiera entiende que es mil veces más peligroso el
conductor que avanza cual tortuga quizá pensando en la cuadratura del círculo o
conversando con su acompañante que quien conduce a alta velocidad por la simple
razón que, si pestañea, truena.
Entonces, como los citados engendros no solo
son lentos por su propia naturaleza sino que, para peor y como le es fácil
constatar a cualquier persona con ojos para ver, la gran mayoría de conductores se zurra en
otra disposición de obligatorio cumplimiento como es el perfecto funcionamiento
de TODAS LAS LUCES de los vehículos,
muchos de estos auténticos salvajes circulan por carretera, de noche, sin
luces, a paso de tortuga actuando cual suicidas.
Evidentemente, no estoy afirmando que los
vehículos menores, dejando de lado la
infracción de circular por donde no deben, siempre serán los directos responsables de
los accidentes, pero, guiándome por los
cientos o miles de estos vehículos que encontré circulando de noche sin luces (por si acaso, es obligatorio que luzcan encendidas aún de
día), no tengo la menor duda que, en la gran mayoría de accidentes, tienen toda
la responsabilidad.
Me ha motivado la información aparecida en un
medio de la fecha:
Maquinista fallece al
chocar auto y mototaxi en la vía la Arena - La Unión.
En el desarrollo de la noticia, aunque
subliminalmente, aflora la predisposición de los reporteros en contra del
conductor del vehículo mayor, reitero, tal y como si ello fuera un pecado,
señalando que el desdichado e infortunado conductor que ¿mató? al maquinista,
era hijo de un exalcalde de La Unión. ¿Y?
Repetiré, por
oportuna, una antigua historia que me fue narrada:
En los 60 del siglo
pasado se organizó un viaje promocional por bus de alumnos de la UNP a Santiago
de Chile. Un día, al declinar el sol, recurrieron a un grifo a cargar
combustible y cuando partían el bus fue detenido por un carabinero por cuanto,
de los cuatro faros de peligro, dos arriba y dos abajo, uno no funcionaba. Así,
el funcionario le dijo al chofer: estaciónese y arregle el faro para que pueda
seguir su camino. El bus y todos los estudiantes amanecieron estacionados.
¡QUÉ ENVIDIA!