RUEGO A LA VIRGEN DE LAS MERCEDES

(Piura, 24 setiembre2018)

Luis Gulman Checa

Ojalá los católicos piuranos hayamos elevado nuestras oraciones a la Virgen de las Mercedes, patrona de Piura en el día dedicado a venerarla, rogándole no solo que nos haga concurrir masivamente a las mesas de votación sino que, ojalá así sea, alumbre mentes y corazones  guiando nuestra mano al momento de marcar la célula para no cometer el pecado/crimen/suicidio de optar por el símbolo que cobije algún indeseable y/o incapaz y/o irresponsable tirándose a la piscina sin saber nadar.

El futuro de nuestros hijos y nietos depende de nosotros. Así, de volver a equivocarnos, no tendríamos perdón de Dios.

Consideremos que los piuranos, el próximo 31 de diciembre, habremos completado DIECISEIS AÑOS gobernados por autoridades entronizadas por nuestros votos, es decir, el llamado proceso descentralizador puso el futuro de Piura en nuestras manos. Sería formidable que cada elector, in pectore, analizara retrospectivamente qué opinión le merece el desempeño de quienes tuvieron en sus manos nuestro futuro.

Personalmente, sin la menor duda afirmo que, para nuestra desgracia, fue un largo y triste trance no solo perdido sino que, peor aún, nuestras condiciones de vida se degradaron por absoluta falta de capacidad, conocimiento, experiencia, honradez y/o rectitud, en diferentes grados y medidas, de quienes recibieron nuestra confianza.

Que un departamento como Piura, no solo por las enormes riquezas que la providencia puso a su disposición, sino, peor aún, favorecida por formidables obras de infraestructura hidráulica para potenciar al infinito nuestra actividad agropecuaria, se encuentre a años luz de distancia  del lugar que debiera ocupar para nuestro beneplácito y bienestar, es, dicho claramente, un crimen. 

Es entendible que, ante la bárbara proliferación de candidatos, muchos de los cuales, por su falta de idoneidad en su más amplio sentido, están  demostrando no tener vergüenza al osar postular a un cargo en el que parecerían mismos cuyes  en tómbola de darse la calamidad que fueran elegidos; muchos electores desinformados y desavisados no tengan claro por quién votar. Una pregunta les ayudaría a divisar el diáfano horizonte que asoma en el futuro:

¿Acaso cada piurano no anhela contar en su patio, jardín o frontis de su domicilio con un frondoso ÁRBOL de algarrobo para solazarse bajo su sombra cuando el sol rechina?