TALARA: LA CENICIENTA
(Piura, 28 setiembre 2018)
Luis Gulman Checa
Lo he dicho muchas veces pero será necesario
repetirlo hasta que la provincia petrolera salga de la calamitosa situación que
atraviesa al carecer del insumo principal e indispensable, además del aire que
respiramos, para la vida del hombre: EL AGUA.
Podríamos afirmar que los piuranos, en
general y a juzgar por declaraciones y/o informaciones dando cuenta del
calvario talareño, requerimos con urgencia de un trasplante de cerebro, por
cuanto, es necesario ser deficiente mental y/o ciego y/o desconocer nuestra
geografía para aseverar que Talara se ubica en los quintos infiernos al no
contar con alguna fuente cercana de agua
para abastecerse, cuando, paralelamente, a tiro de piedra, se ubica la
desembocadura del río costeño que más agua echa anualmente al mar.
Reflexionemos preguntándonos si antes del
¿glorioso? 08 de octubre del año 1968, cuando el general EP Juan Velasco
Alvarado, padre y fundador del Perú que venimos sufriendo desde que él irrumpió
en la escena nacional; la provincia petrolera sufrió siquiera un día por falta
de agua.
Siendo la respuesta un NO rotundo, la
explicación de la aparición del tormento que viene afligiendo a los talareños
desde décadas atrás, es la siguiente:
Mientras la
International Petroleum Company, empresa de capitales norteamericanos cuya
planilla estaba integrada por “cuatro gatos”, abasteció de agua permanentemente
a la provincia a partir de una planta de bombeo de agua del río Chira instalada
en Portachuelo; PETROPERÚ, la súper y colosal empresa pública colmada de
personas mamando de la teta fiscal, que reemplazó a los gringos, no fue capaz
de mantener tan eficiente sistema de abastecimiento.
Entonces, sabiéndose que para solucionar un
problema/inconveniente es necesario, previamente, analizar las causas que lo
originaron, resulta más claro que el agua que el vía crucis talareño parte de
la desaparición del abastecimiento originado en Portachuelo para pasar a depender
de la, actualmente, E.P.S. Grau (con el
perdón del Almirante).
Me pregunto, ¿acaso el río Chira, luego que
JVA echara a la IPC, dejó de discurrir? ¿Quizá, abruptamente, apareció una
grieta o cañón monstruoso impidiendo el
tendido de una línea de conducción de agua entre la desembocadura del río Chira
y Talara?
¿Por qué diablos no
se retoma el sistema de abastecimiento puesto en práctica por la IPC?