PASAMAYO CLAUSURADO: ¡POBRE PERÚ!
(Piura, 05 enero 2018)
Luis Gulman Checa
No recuerdo una actitud/reacción más
irracional que la adoptada por el ministerio de Transportes de clausurar el tránsito
por Pasamayo, medida obviamente debida al reciente accidente de un bus originando 51 occisos.
Como bien sabemos, accidentes de toda clase
de vehículos que originan occisos suceden cada día a lo largo y ancho del Perú,
de modo que si aplicáramos la receta comentada, tendríamos que movilizarnos a pie,
a burro o en llama, según la zona.
Preguntaría a los súper técnicos estadísticos
qué es más peligroso: cruzar Pasamayo o la circulación de las combis en Lima. Habría que comparar los millones de personas que los últimos 20 años
cruzaron el bello serpentín vs los fallecidos en el intento y se comprobará que
el riesgo es ínfimo.
Como es usual ante la ocurrencia del 100% de
accidentes vehiculares el veredicto casi unánime e instantáneo es el siguiente:
Exceso de velocidad.
Pongamos el caso de un peatón (de apariencia
humana pero sin cerebro) que cruza una avenida o carretera por un lugar
indebido sin fijarse si se aproxima algún vehículo y es barrido por el que
viene circulando cumpliendo con todos los requisitos legales, pero cuyo conductor,
indefectiblemente, será acusado de haber incurrido en el delito de velocidad
excesiva. Pregunto: ¿Acaso tiene alguna importancia que el cadáver fuera golpeado
a 80 o 150 Km/h, cuando necesariamente primero irá a la morgue y luego al
cementerio.
La irracionalidad campea en el sector público
y, de concretarse este ridículo anuncio, sería la cereza sobre la torta de
la interminable serie de despropósitos que amargan la vida a la ciudadanía. Una
recomendación a los burócratas a cargo del transporte trayendo a colación un conocido aserto:
Una cosa es con
guitarra y otra con cajón.
¿Cuán irracional se requiere ser para
establecer la misma velocidad tope tanto a los buses que circulan por la ruta de Piura a Chiclayo como a los que viajan de Lima a
Arequipa? Mientras en el primer caso es una recta tan interminable y aburrida que
el pasajero siente que el bus está detenido, en el segundo hay curvas a granel.
Señores del MTC, si les preocupa el exceso de
velocidad, coloquen unos cuantos rompe muelles similares a los que abundan por
puro gusto y para jorobar vehículos y conductores a lo largo y ancho del país.