CUENCAS CIEGAS: OBRAS SATÁNICAS

(Piura, 17 marzo 2018)

Luis Gulman Checa

Definitiva y fatalmente, los piuranos venimos siendo más castigados que los egipcios a raíz de sus conocidas SIETE PLAGAS, pues, luego del devastador Niño Costero que el verano pasado nos asoló con aguaceros cual cataratas abatiéndose sobre nosotros día y noche e, incluso, domingos y fiestas de guardar, destruyendo colegios, postas médicas, hospitales, canales de regadío, la colonización que alguna vez fue modelo mundial, San Lorenzo, sistemas de desagües, carreteras, avenidas, jirones, cuchocientas mil viviendas dejando a sus ocupantes a la intemperie, etc., etc.; ahora, reconfirmando la cita de las plagas egipcias, el decano, en su primera plana, para abatir más aún nuestro estado de ánimo que apenas logra arrastrarse, nos informa lo siguiente:

Tardarán dos años en los estudios para 34 cuencas ciegas.

Debido a este extenso plazo que no considera el tiempo que se empleará en el tratamiento, Piura continuará trabajando con motobombas.

COER reconoce que pese a esta medida y de contar con 120 motobombas, no podrán evitar la inundación de viviendas en zonas de riesgo.

¡Advertidos están los piuranos que, por influencia del MALIGNO,  habitan en una de las 34 cuencas ciegas al tener que soportar, cada verano, morar en una satánica laguna!

Para ser claro y preciso, el eufemismo cuenca ciega - a diferencia de cuenca a secas que es el territorio en el que el agua discurre pendiente abajo hasta el mar - se refiere a una depresión en el terreno que, al llover, se colma de agua, es decir, un hueco del que solo se puede extraer el agua bombeándola.

Digresión:

Fatalmente, en Piura, moral, ética y prácticamente no será posible el bombeo por cuanto dichos artefactos se fabrican con metal, o sea, recursos minerales que se obtienen desarrollando la minería. Entonces, como los piuranos nos oponemos a ella en defensa de nuestra formidable y maravillosa agricultura (arroz en el desierto) no podemos permitir la instalación de bombas hijas de esa otra actividad por influencia directa mil mismísimo SATANÁS.

Comentario final:

¿Será abismal la diferencia entre una cuenca ciega y un terreno de cultivo (bajo y plano) convertido en moderna urbanización?

¡Hay que ser caído del palto para construir en tales terrenos, criminalmente, urbanizados!