OPORTUNIDAD PERDIDA
(Piura, 12 agosto 2020)
Luis Gulman Checa
Preciso, para evitar
malas interpretaciones, que el presente es absolutamente serio y realista, es
decir, no tiene ni un átomo de sátira.
Pensando en la crítica situación que afronta el
país por el enfrentamiento entre las cúpulas gobernantes, originado,
obviamente, por el maldito y traidor afán de poner por delante protervos
intereses personales antes que el bien nacional, mi mente se retrotrajo décadas
atrás cuando gobernaba Manuel Prado Ugarteche y Don Pedro Beltrán, propietario
y director del diario La Prensa, le hacía la guerra y lo criticaba - guardando
estilos y niveles casi celestiales con los imperantes actualmente mentándose la
madre a gritos - sin darle tregua
alguna.
¿Qué actitud adoptó el genial e inteligente
presidente Prado? Convocó a Don Pedro Beltrán y le pidió aceptara el cargo de ministro de Economía, respondiendo
que lo pensaría. A los pocos días volvieron a reunirse y Don Pedro,
entregándole un sobre al presidente, le dijo: Manuel, acepto siempre y cuando
se cumplan las condiciones que preciso en este documento. El presidente,
metiendo el sobre en un cajón y poniéndose de pie le dijo: Pedro, están
aceptadas, te deseo éxito en tu gestión.
Y así fue, gracias a la inteligencia, educación
y patriotismo de dos personajes, que Don Pedro Beltrán, quien ejerció el cargo
en el período 1959-1961, sacó el país del infierno en el que estaba sumido elevándolo
a la estratósfera.
¿A qué oportunidad se refiere el epígrafe? A la
que se le escapó al presidente Vizcarra
quien, si bien no había nacido cuando
sucedieron los hechos relatados debe conocerlos, habiendo sido una pena que no le
sirvieran de ejemplo para, imitando al presidente Prado, convocar a quien hoy
por hoy viene criticándolo acremente al extremo de llevar la cuenta, cotidianamente,
de los días restantes para que deje el poder, ofreciéndole la conducción del gabinete,
es decir, el cargo de Primer Ministro. Me refiero, obviamente, a Aldo
Mariátegui.
Hagamos trabajar nuestra imaginación y pensemos
cómo se hubiera desenvuelto la vida nacional si, por ejemplo, Aldo hubiera
ejercido el cargo de primer ministro en lugar de Vicente Zeballos, de quien no
tengo nada que decir a excepción, como está más claro que el agua, que,
comparativamente, no le llegaba ni a los talones para desempeñar cargo tan crucial.
Si bien mi propuesto no es dueño ni director de
diario alguno (antaño dirigió “Correo”) como lo era el recordado Don Pedro
Beltrán, sí dispone de una columna durante cinco días a la semana para
despacharse a su gusto, dejando claro que conoce al dedillo tanto los
intríngulis de nuestra realidad como los
caminos/mecanismos a seguir para solucionarlos. De solo pensar en el gabinete
que él hubiera armado, literalmente, se me hace agua la boca.