RESALTABLES Y EXPERANZADORAS DECLARACIONES
(Piura, 29 agosto 2020)
Luis Gulman Checa
No menos puede decirse tras leer la entrevista publicada en la edición de “El
Tiempo” de la fecha a Doña Carla Sifuentes, joven, agraciada (según fotografía)
y muy inteligente directora de la Asociación Nacional de Cadenas y Boticas
(Anacab), quien, en un dos por tres y haciendo gala de una claridad expresiva
envidiable; tiró por el desagüe la vil y
falsa campaña desarrollada en los meses pasados, a raíz del maldito
Covid, contra las farmacias por, supuestamente, zurrándose en la vida y salud
de los peruanos, haber aprovechado la coyuntura para incrementar los precios de las medicinas.
En resumen, lo sucedido, según lo explicó para
que lo entienda hasta el ser menos dotado intelectualmente, fue lo siguiente:
Ante la desaforada
demanda de medicamentos, las farmacias
agotaron sus existencias de genéricos, viéndose obligados los demandantes a
adquirir los de marca que son más caros.
También precisó, felizmente, que tal bache ya
fue superado y el abastecimiento de genéricos ha sido restablecido. Sin
embargo, tal no fue la única creencia que tiró por la borda informando que su institución ha realizado
estudios comparando los precios de las medicinas en el Perú frente a otros
países, concluyendo que tenemos los más bajos de la región. Así, por ejemplo,
los nuestros son 37% más baratos respecto a Chile, Argentina, Brasil, Colombia,
México y Ecuador.
También explicó, con meridiana claridad, el
grave y real problema que afrontan las personas que cuentan con el seguro
público de la salud, las cuales, legalmente, deberían recibir gratuitamente las
medicinas recetadas de las farmacias de los mismos establecimientos donde son
atendidas, sin embargo, por deficiencias de la administración pública, tales
farmacias permanecen mayormente desabastecidas y los pacientes deben
adquirirlas pagándolos con su propio
peculio. Ello, bien mirado, deviene en estafa perpetrada por el Estado.
Sin embargo, a este respecto, también difundió
anuncios reconfortantes referidos a que el sector privado, las farmacias, ya
concretaron acuerdos con el Estado para entregar tales medicamentos a los
demandantes sin que deban efectuar ningún desembolso.
Leer las citadas declaraciones me trajo a la
mente la interrogante siguiente:
Habiendo tantas
personas inteligentes y de bien, como lo ha dejado patente doña Carla, ¿por qué
diablos instituciones como en Congreso de la República, como ha quedado
evidente por quienes integraron los últimos y el vigente, es asaltado por
incalificables e ignorantes?