SE NOS VIENE LA NOCHE
(Piura, 19 agosto 2020)
Luis Gulman Checa
No me refiero a la rotación de la tierra sino
al profundo y oscuro foso que nos espera de no cortar de raíz el
absurdo/estúpido/irracional desperdicio de nuestra valiosísima AGUA REGULADA plantando
cultivos de arroz en segunda campaña, por
cuanto, no me cansaré de reiterarlo, los mismos calificativos merecen
los cultivos de la primera, es decir, ES PUNIBLE PLANTAR ARROZ CON AGUA
REGULADA.
Así como los medios, durante meses, nos
atosigaron con notas exigiendo la inmediata construcción de defensas en los
ríos, por cuanto, aducían, era inminente la presencia de un período de lluvias
jamás vistas (lo que consideré, en atención a la imperante corrupción, una campaña pagada por los futuros
beneficiarios: autoridades y contratistas); esperemos que ahora, acogiendo la
información aparecida en la última página de la edición de la víspera de “El
Tiempo”, hagan una justa, racional, imprescindible y respetable campaña
clamando por la eliminación del cultivo de arroz en marcha malgastando agua
regulada de los escuálidos reservorios de Poechos y San Lorenzo.
La situación se torna mucha más dramática
habida cuenta los ÍNFIMOS aportes de
los ríos Chira y Quiroz a sus respectivos reservorios, configurándose así que
el presente, 2020, es un año de extrema sequía y, feliz o fatalmente, según el
cristal con el que se quiera mirar, los tiempos no son como antaño cuando no
existían las miles de hectáreas de cultivos permanentes dando ocupación a decenas
de miles de personas del campo, y, por tanto, cuando no había agua simplemente
no se plantaba algodón quedando solo ajustarse los pantalones. Sin
embargo, si ahora vaciamos los reservorios plantando arroz, ¿Qué les esperaría
tanto a los cultivos permanentes como a la masa campesina que consigue su
sustento laborando en ellos?
¿A qué información
publicada en “El Tiempo” me refiero?
Advierten de posible
fenómeno La Niña a inicios del 2021
El IGP (Instituto Geofísico del Perú) detalló que hay
probabilidades de fuertes lluvias en los meses de diciembre del 2020 a marzo
del 2021.
Preciso que la sumilla referida al IGP, indica
lo contrario de lo que parecería sobre
las fuertes lluvias, por cuanto las mismas se producirían en la selva, mientras
en la costa, Piura incluida, la Niña implica ATROZ SEQUÍA.
Imaginemos que la segunda campaña del cultivo
de arroz en marcha siguiera adelante y, como necesariamente tendría que ser, se
le cortara el suministro de agua perdiéndose los cultivos. ¿Cuáles serían las consecuencias
que hasta un ciego podría prever?
Que, los ¿perjudicados? agricultores pondrían
el grito en el cielo denostando de las autoridades (in)competentes que
autorizaron tan incalificable/irracional cultivo y, por supuesto, demandarían al Estado
por los daños y perjuicios ocasionados por medida tan arbitraria (no
proporcionarles agua que no existe), exigiendo no solo la restitución de los
gastos incurridos sino también las utilidades dejadas de percibir.
Señor Dios:
¿Hasta cuándo vas a
permitir que el formidable bien que tenemos en Piura, el AGUA REGULADA,
continúe tirándose y desperdiciándose?