UN APORTE EN FAVOR DE PIURA

 

(Piura, 20 agosto 2020)

 

Luis Gulman Checa

 

Viendo la portada de la edición de “El Tiempo” de la fecha, con la  esperanzadora información referida al inicio de la (mal llamada) Reconstrucción, ahora sí de a de veras gracias a que quedó en manos del Reino Unido, es decir, se llevará a cabo pulcramente en lo referido a capacidad técnica y honradez; me vino a la mente una idea que debiera caer por su propio peso:

 

Que el ente encargado de la Reconstrucción, así como se le asignó la tarea de construir hospitales nuevos, analice el real estado/situación del PEIHAP, real y verdadero “barril sin fondo” que, mensualmente, continúa tirando dinero en pagos de planillas y dietas, cuando, en realidad, muy probable y figurativamente, sea un cuadripléjico sin remedio ni esperanza de volver a caminar.

 

En realidad, el devenir que sufrió la gerencia de este proyecto desde sus inicios, fue un cúmulo de atrocidades/barbaridades/corrupciones, lo cual, según mi opinión, configuró otro atroz baldón contra la ineficiente e incapaz Contraloría General de la República (*), ente que por su   inacción y desdiciendo su pomposa denominación, es el real responsable del desastre inmerso en la vergonzosa urdimbre que significó la conducción de tan anhelado proyecto.

 

Si el resultado del propuesto análisis/estudio arrojara que el sujeto podría recuperarse, la medida obvia e inmediata sería liberarlo de las garras que hasta ahora lo vienen sangrando, encargándosele, lógica y naturalmente, a la misma entidad a cargo de la reconstrucción. Así, en el menor tiempo posible, el agua del río Huancabamba estaría irrigando el valle del Alto Piura.

 

Sin embargo, siendo que la citada agua desde tiempo atrás está irrigando las que fueron pampas de Olmos, convertidas en envidiables vergeles gracias a las grandes inversiones realizadas para su desarrollo; muy probablemente, de ejecutarse el PEIHAP sin adoptar tareas complementarias, solo se lograría vestir un santo a costas de desvestir otro, lo cual sería incalificable dado que todos, piuranos y lambayecanos, somos peruanos.

 

Recordemos que el propio proyecto Olmos, cuya partida de nacimiento fue anterior a la del PEIHAP, contemplaba la necesaria derivación de varios ríos inter andinos al cauce del Huancabamba para asegurar el abastecimiento de agua de la futura irrigación habida cuenta la insuficiente masa descargada por el Huancabamba. Así, entonces, si ni siquiera era suficiente para abastecer Olmos, menos podría atender la demanda de  ambos.

 

 

 

En conclusión, es imprescindible que, paralela o previamente a la derivación del agua del río Huancabamba al valle del Alto Piura, habida cuenta que los lambayecanos ganaron inteligentemente la partida, debería concretarse la derivación al Huancabamba de ríos inter andinos previstos.

 

(*) Siendo realistas y objetivos, considerando que hasta  el propio Sistema de Justicia: Poder Judicial y Ministerio Público también fueron carcomidos por la corrupción, ¿acaso no debe asumirse que la Contraloría también fue infectada?