CONOZCAMOS NUESTRO PAÍS
(Piura, 02 agosto 2017)
Luis Gulman Checa
Avergonzado confieso que, con tres cuartos de
siglo sobre los hombros, recién conocí
nuestra selva viajando por la carretera interoceánica que une Paita con
Yurimaguas. Ojalá los piuranos, masivamente, hayan hecho esta excursión y el
suscrito sea uno de los pocos que no la había disfrutado.
Viajamos directo a Moyobamba, capital del departamento
de San Martín, tras recorrer 500 km. de
la carretera de penetración que se inicia en la antigua panamericana a la
altura de Olmos, en una agradable, relajante y divertida travesía amenizada por m/m 879, 523 curvas,
por lo que, si usted, estimado lector, fuera de aquellas personas que goza
conduciendo, le recomiendo amordazar a los pasajeros para evitar lo perturben
con exclamaciones como ¡Abuelo!, ¡Abuelo! y/o ¡Papá!, ¡Papá!
Transitar
por la ciudad de Moyobamba me suscitó sana envidia (en comparación con nuestra
Piura, cada vez peor y menos vivible) por
su limpieza; veredas, jirones y avenidas perfectamente pavimentados con concreto
de gran calidad y/o bloquetas; la ínfima presencia de vehículos de cuatro
ruedas; la total ausencia de transporte público masivo (buses, micros) y miles de motocicletas y mototaxis, virtualmente
únicos medios de transporte.
Cumplí con el precepto turístico de visitar
el mercado (supremo indicador del nivel/calidad de una ciudad) y la envidia
volvió a sofocarme a pesar que estaba en remodelación y/o construcción, por lo
que los comerciantes estaban ubicados provisionalmente en zonas aledañas pero
perfectamente ordenados y aseados. Sin embargo, las tiendas que lo circundan eran impecables y comparables a las ubicadas en los
grandes centros comerciales de nuestra ciudad. ¿Ambulantes? Ni en fotografía.
Usted puede permanecer diez días y el tiempo
no le alcanzará para realizar la gran cantidad de recorridos turísticos
disponibles, todos ellos electrizantes para habitantes del desierto como los
piuranos, como, por ejemplo, abordar un peque peque y navegar el río Mayo
apreciando la frondosa y variada vegetación que se divisa por todo en entorno,
resaltando la incontenible proliferación de caña brava, alta y gruesa, a lo
largo de las riberas.
Nos alojamos en el hotel Puerto Mirador - que
fue el hotel de turistas construido el año 1983 durante el gobierno de FBT - formidable
no solo por su arquitectura, distribución, comodidades y servicios, sino
también por el extraordinario paisaje que se divisa desde todos sus ámbitos.
Retornamos haciendo escala en el departamento
de Amazonas pernoctando en el hotel Gocta Lodge, desde el que divisa las
cataratas de Gocta, de las de mayor caída en el mundo, dándonos tiempo para
visitar la ciudad de Chachapoyas, capital del departamento, donde se aprecia su
origen colonial además del orden, limpieza y educación de los pobladores.
También, como en Moyobamba, se requeriría
permanecer varios días para conocer/explorar todos los atractivos turísticos
circundantes.
Final y fatalmente, como el diablo está
siempre presto a meter sus sucias pezuñas, la excursión presenta un solo
inconveniente repetido al infinito:
LOS MALDITOS ROMPE MUELLES
¿Quién habrá sido el salvaje, sub
desarrollado mental y/o tarado que inventó trampa tan fastidiosa, absurda y
costosa para conductores y vehículos? Calculo que el viaje de Piura a
Moyobamba, por culpa de tales esperpentos, se alarga en m/m 01 hora. Fíjese, en
Insculas, pueblo costeño y ubicado en una recta, con casas a 50 metros de la
carretera y cuasi deshabitado, hay 05 rompe muelles en menos de 01 km.
Digresión final:
En Piura tenemos un destino turístico
atractivo y cercano: Canchaque. Sin embargo, desde que se construyó la
carretera pavimentada, hay que pensar dos y tres veces antes de visitar paraje
tan agradable. ¿Por qué? Porque el constructor, salvaje y estúpidamente, la adornó con m/m 100 rompe muelles.