UN ZOMBI EN PIURA: EL PROYECTO CHIRA- PIURA
(Piura, 29 agosto 2017)
Luis Gulman Checa
Para evitar interpretaciones erradas, tal
calificativo para la antaño respetable entidad que ejecutó el Sistema Chira
Piura (aún inconcluso), no es en absoluto peyorativo, sino ajustado a su definición:
Muerto revivido
mediante rito mágico, carente de voluntad propia.
Es decir, para desgracia de Piura y los
piuranos, el organismo público que debería llevar la voz cantante en
momentos como los que sufrimos, a punto de ser nuevamente saqueados,
esquilmados, estafados y robados por los corruptos de siempre, “los
limeños”, con la cooperación tanto de tontos útiles, piuranos de nacimiento que antaño fueron bien
vistos, como de los medios de comunicación devenidos en vulgares cajas de
resonancia de los estafadores ya señalados; increíble, escandalosa y vergonzosamente permanece mudo, tirando por
la borda, sus actuales conductores, el prestigio y calidad que antaño adornó a
la institución.
Para ser zombi primero debió perderse la
vida, lo que el PECHP sufrió en dos ocasiones, el primer asesino fue César Trelles y el segundo (en obvia connivencia con sus
¿superiores?) el foráneo Carlo Bertini.
César Trelles prostituyó la entidad cuando, recién caída en sus garras,
la usó para compensar a su “compañero” Tomás Cumpa por haber mantenido al
PAP - Piura cuando CTL era el secretario departamental, designándolo presidente
del Consejo Directivo y, paralelamente, elevando cuasi delincuencialmente, el
monto de las dietas de los consejeros, situación no corregida por ninguno de
sus ¿prístinos? sucesores. Además, por supuesto, de usar a la entidad tal y
como un botadero de basura cargando su
planilla con incompetentes/indeseables.
Sin embargo, en honor a la verdad, CTL, quien
tonto no es, luego de solicitarme sacar
adelante el proyecto Alto Piura, tarea que cumplí a cabalidad y después él
emporcó; tuvo el acierto de designarme
gerente general del PECHP, por cuanto, si así no hubiera sido, no existiría el
Sifón del Chira y la bendita tapa de El Arenal sobre el
cauce del río Chira, continuaría llenando
primeras planas en los medios piuranos.
Preciso, para los desinformados, que el
gerente general no es más que la cabeza visible de la gerencia general
conformada por los directores de las diferentes áreas de la institución. En el
caso de la obra referida, si bien es verdad se ejecutó por decisión del gerente,
la misma se tomó ante la propuesta/exigencia
del gerente de Obras de la época, Ing. Manuel
Sandoval.
El segundo asesinato lo perpetró el sucesor de CTL, Javier Atkins, colocando
como gerente general, irresponsable e incalificablemente, a un pata
de la urba, incompetente absoluto, aunque,
realmente, el poder tras el trono lo ejerció el citado Bertini, quien designó
como director de Desarrollo Agrícola al mismo
actual fantasma que se desempeña como gerente general, Juan Luis Silva
García.
Es tan profundo y oscuro el pozo en el que los mencionados depredadores
soterraron a la antaño distinguida entidad que, por ejemplo, cuando en el
verano del 2016 colapsó el Sifón Samán, fue el PSI, limeños, el encargado de su reparación. ¡Asco y vergüenza
para los piuranos bien nacidos!
Sabe usted, estimado lector, ¿cuántas obras
le han sido encargadas a la institución que construyó toda la infraestructura
del actual Sistema Chira Piura, incluida la represa de Poechos? Se lo digo:
Ni una sola obra.
Pregunto públicamente al responsable de la
conducción del PECHP, el gerente general Juan Luis Silva García:
¿Cuál es la opinión
de la entidad a vuestro cargo sobre la millonaria des colmatación del cauce del
río Piura próxima a iniciarse por decisión de “limeños?